NUEVA YORK
Patriotas y Cuervos reeditan la final de la AFC de enero pasado.
Si Lee Evans hubiera sujetado el balón o Billy Cundiff hubiera hecho una patada más certera, los Cuervos de Baltimore podrían ser los campeones actuales de la NFL.
Ninguno milita ya en los Cuervos, que reciben el domingo a Nueva Inglaterra, el equipo con el que tropezaron en los últimos minutos de la final de la Conferencia Americana, en enero pasado. Y Baltimore trata de no darle demasiada importancia al enfrentamiento del domingo por la noche.
“Siempre es difícil pensar así, cuando ahora somos un equipo muy diferente”, dijo Ray Lewis. “No hay que aferrarse a nada. Ganes, pierdas o empates, debes dejar eso atrás y seguir adelante. Tenemos una imagen totalmente distinta sobre lo que queremos hacer como equipo. Ahora vemos este partido como algo totalmente diferente”.
Los Cuervos (1-1) esperan que el resultado también sea distinto. Recientemente, Baltimore no ha sufrido dos derrotas seguidas. Después de sus últimos 13 tropiezos, siempre ha triunfado en el encuentro siguiente.
“Tenemos un equipo muy bueno desde que estoy aquí”, consideró el quarterback Joe Flacco, quien está en su quinto año con la franquicia. “Y los buenos equipos deben dejar atrás las derrotas pasadas, olvidarse de ellas y pensar en el siguiente partido”.
También los Patriotas saben hacer eso. Nueva Inglaterra (1-1) tiene un récord de 27-3 en partidos posteriores a una derrota desde 2003. Sin embargo, los Pats hilaron dos tropiezos en fila en 2011, luego de ganar ocho encuentros seguidos en la temporada regular.