WASHINGTON, DC
Muestra su pesar por la eliminación de los Vaqueros.
La semana 17 representó una oportunidad para que Tony Romo alterara una mala reputación. En lugar de eso parece haberla cementado.
Romo fue incapaz de hacer la diferencia en uno de los partidos más grandes de su carrera, lanzando tres intercepciones en la derrota de los Vaqueros de Dallas 28 a 18 a manos de los Pieles Rojas de Washington. Por segundo año consecutivo, Dallas fracasó en un escenario en el que el partido era de vida o muerte contra un rival divisional. No se consigue que una derrota sea mucho más dolorosa.
“Solo duele mucho justo ahora siquiera pensar y hablar de eso”, dijo Romo. “Quería conseguir ese partido por mucha gente que puso mucho en eso. Es muy frustante”.
Romo entró al partido jugando posiblemente al mejor nivel de su carrera. El mariscal estuvo brillante durante una derrota en tiempo extra ante los Santos de Nueva Orleans en la semana 16 y había lanzado 10 pases de touchdown contra solo una intercepción en cuatro partidos en diciembre.
Pero Romo no estuvo ni cerca de esa precisión contra los Pieles Rojas, completando 20 de 37 pases para 218 yardas y dos touchdowns con tres intercepciones. Los Pieles Rojas persiguieron agresivamente a Romo, cargando desde temprano y muy seguido. Los Vaqueros no pudieron ajustarse.