GOODYEAR, Az
El ex mánager de Boston busca regresarlos a los primeros sitios.
Una vez que empezó a correrse la voz que su nombre sonaba para dirigir a los Indios de Cleveland, Terry Francona se encontró con varios conocidos que reaccionaban perplejos de que iba firmar con un equipo cuyo estrepitoso derrumbe en la segunda mitad de la pasada campaña le costó el puesto a Manny Acta.
No daban crédito que Francona, el dirigente que puso fin a la seguía de 86 años sin campeonatos de la Serie Mundial de los Medias Rojas de Boston, se instalaría en Cleveland. Después de todo, la última corona de los Indios en el Clásico de Otoño se remonta a 1948, la segunda sequía más prolongada en las mayores.
“Me decían, ‘¿Qué estas haciendo? ¿No será mejor esperar por un equipo con garantía de ganar”, contó Francona.
“Resulta que la gente que me preguntó eso no me conocía tan bien. Esta es la clase reto que me gusta. No puedo garantizar que seremos campeones. Nadie puede hacer eso, pero me entusiasma el poder hacer el intento”.
Toma las riendas de un conjunto que desde 2007 no se clasifica a los playoffs y que por segundo año consecutivo se desmoronó tras el Juego de Estrellas. El colapso del año pasado fue desolador, con una marca de 18-45 tras el 27 de julio.
Desde el primer momento, Cleveland tuvo en mente a Francona, un manager con experiencia y personalidad para conducir un plantel conformado en su mayoría por peloteros jóvenes. La misma noche del despido de Acta, el 27 de septiembre, el gerente Chris Antonetti ya estaba en contacto con Francona, quien había pasado el año desempeñandose como comentarista de televisión tras desvincularse de Boston.
Pero no se quedaron conformes con el nuevo piloto. Al invertir casi 120 millones en agentes libres, como Nick Swisher, Michael Bourn, Mark Reynolds y Brett Myers, fueron de los equipos más diligentes durante el receso de invierno.
El contrato firmado de Swisher, procedente de los Yanquis de Nueva York, es el más jugoso en la historia de la franquicia con un compromiso de cuatro años y 56 millones. Bourn firmó por cuatro años y 48 millones justo antes del inicio de la pretemporada.
Francona asegura que su plan no es hacer algo radical.
“No queremos inventar cosas”, dijo. “Nada más queremos ejecutar las jugadas un poco mejor que los demás rivales y siempre hay margen para hacerlo”.
Una de esas asignaturas es fabricar más carreras. Fueron penúltimos en la Liga Americana con sus 667 carreras anotadas.
La contratación de Bourn, quien anotó 96 carreras la pasada campaña con Atlanta y en tres ocasiones lideró la Liga Nacional en bases robadas, alteró los planes para armar la alineación diaria.
Francona contempla poner a Bourn en el jardín central, flanqueado por Michael Brantley en el izquierdo y Drew Stubbs —adquirido en un canje con Cincinnati— en el derecho. Swisher dejará los jardines para defender la primera base con Reynolds como el nuevo bateador designado.
El torpedero venezolano Asdrúbal Cabrera viene de una temporada en la que fue seleccionado al Juego de Estrellas, pero luego acumuló promedio de .233 en julio y agosto. Los Indios cuentan con una excelente dupla para ejecutar el doble play en la Americana, con el intermedista Jason Kipnis y Cabrera. Kipnis bateó para .257, produjo 76 carreras y se robó 31 bases en su primer año completo en las mayores.
También está el receptor dominicano Carlos Santana, un ambidiestro con potencial para alcanzar los 30 jonrones. Lonnie Chisenhall, cuyo 2012 se vio entorpecido al sufrir la fractura de un brazo, arranca como el antesalista titular.
Pero las esperanzas de Cleveland dependen mucho de una rotación que despierta cierto recelo, si acaso con tres puestos definidos de momento. Tanto Justin Masterson (11-15) como Ubaldo Jiménez (9-17) tratarán de repuntar tras flojas campañas. Myers, tras desempeñarse como relevista en Houston y los Medias Blancas de Chicago el año pasado, tendrá el tercer turno.
Zach McAllister, Daisuke Matsuzaka, Scott Kazmir, Trevor Bauer, Corey Kluber, David Huff y el venezolano Carlos Carrasco pujan por quedarse con las otras dos plazas. Es un grupo que tiene de todo en cuanto a antecedentes. Matsuzaka y Kazmir quieren resucitar sus carreras; Carrasco se perdió todo el 2012 tras operarse el codo derecho; y Bauer es un prospecto que no duró mucho en Arizona tras irritar a sus compañeros.
“Tiene su forma de ser y eso es duro de cambiar”, dijo el venezolano Miguel Montero, su ex compañero de batería con los Diamondbacks. “Le deseo buena suerte a Carlos Santana”.