MIAMI , Fla
De estar a seis outs de irse, ahora huelen semifinales.
De estar a seis outs de la eliminación a un paso de las semifinales del Clásico Mundial de Beisbol.
Puerto Rico atravesó una montaña rusa de emociones desde su partido del miércoles contra Italia, en el que remontó con tres carreras en la octava entrada para seguir en el torneo, y el viernes enfrenta a República Dominicana o Estados Unidos por el último puesto en las semifinales del 17 y 18 de marzo en San Francisco.
Tres errores de los dos torpederos italianos ayudaron a Puerto Rico a rayar sus cuatro carreras en el triunfo por 4-3, en el que finalmente despertaron algunos de los aletargados bates boricuas.
“Esa victoria es bien grande”, comentó el manager puertorriqueño Edwin Rodríguez. “Pueden llevar esa misma actitud, ese ataque al próximo juego, y la confianza obviamente está mejor al ver que está funcionando lo que están haciendo”.
“No sólo la confianza individual, sino la confianza como equipo”.
Puerto Rico tiene la peor ofensiva de los cinco equipos que siguen con vida, incluyendo los semifinalistas Japón y Holanda, además de República Dominicana y Estados Unidos. Los boricuas conectan apenas .234, rayaron 16 veces en cinco encuentros, y sólo superan en promedio a Brasil, España, Australia y China.
Rodríguez cree que en cualquier momento se prenderán toleteros como Carlos Beltrán, Alex Ríos y Yadier Molina. Y lo ideal sería el viernes.
“No me preocupa que no bateen, me preocupa que ellos se pongan presión”, comentó el ex dirigente de los Marlins.
Nelson Figueroa abrirá el encuentro por los puertorriqueños, cuyo oponente será el perdedor del choque del jueves entre estadounidenses y dominicanos. El ganador de ese duelo avanza a las semifinales.
Puerto Rico ya enfrentó y perdió ante ambas selecciones en el torneo: Dominicana le ganó 4-2 en la primera ronda en San Juan, y Estados Unidos lo derrotó 7-1 en la segunda fase.
“La ventaja es que ya hemos jugado con ellos, ya vimos sus debilidades y fortalezas”, apuntó Rodríguez, y destacó que deben usar el favoritismo de sus oponentes como inspiración. “La motivación siempre viene de adentro del equipo, no de afuera. Los muchachos saben lo que hacen, están representando a su país”.