NUEVA YORK
Entra lesionado en su último año de contrato con los Mets de Nueva York.
Cuando Johan Santana llegó a Nueva York en 2008, el as venezolano era considerado como la pieza que le faltaba a los Mets para ganar la Serie Mundial.
Seis años después, a punto de cumplir la última temporada de un contrato de 137,5 millones de dólares, el objetivo nunca se concretó y los Mets parecen deseosos que el pacto expire, pagarle los 31 millones que restan y seguir adelante.
Santana, quien llegó precedido con dos premios Cy Young en la Liga Americana con Minnesota, ha tenido sus momentos con el uniforme de los Mets. Perfectamente pudo haber ganado el Cy Young de 2008, el único año en el que el zurdo superó los 200 innings. Tras perderse todo 2011 por una operación en el hombro, Santana lanzó en 2012 el primer juego sin hits en la historia de la franquicia. El retorno de Santana tras la intervención quirúrgica fue promisorio con marca de 3-2 y 2.38 de efectividad en sus primeras 11 aperturas, pero luego se derrumbó con 3-7 y 8.27. Vapuleado en varias aperturas tras el juego sin hits, su temporada culminó a mediados de agosto por una dolencia en la zona lumbar.
Sin clasificarse a los playoffs desde 2006, con el cinturón apretado para hacer inversiones y la concurrencia a su estadio Citi Field en declive en las últimas temporadas, los Mets cifran en Santana una importante cuota para volver a tener un récord positivo y no merodear el fondo en la División Este de la Liga Nacional.
Pero el preámbulo de la nueva campaña ha sido el menos deseado.
Santana se perderá las primeras semanas, quizás seis semanas, ya que llegó a los entrenamientos sin estar plenamente en condiciones de soltar el brazo.