NUEVA YORK
El pase de los Astros a la Liga Americana causa un nuevo formato.
En una mañana de mucho viento en los entrenamientos de primavera, tres receptores de los Filis se pusieron a conversar un rato. ¿El tema? El tener que jugar partidos de interliga casi de inmediato.
“Estábamos hablando de eso en la práctica de bateo, que es medio extraño tener que enfrentar a la Liga Americana tan temprano”, dijo el cátcher panameño Carlos Ruiz. “Pero es un calendario distinto este año”.
Así es.
Josh Hamilton y los Angelinos de Los Angeles visitarán a Cincinnati en una primera fecha que no tendrá nada de tradicional. Miguel Cabrera y los Tigres de Detroit cerrarán la campaña en Miami, sin poder alinear a un bateador designado.
Derek Jeter y los Yanquis tendrán que enfrentar a rivales de la Liga Nacional cada mes, y recibirán a los Gigantes —campeones de la Serie Mundial— en septiembre. Toparse contra Matt Cain y demás lanzadores de la rotación de San Francisco asustaría a los fanáticos de Nueva York si de por medio se juegan un puesto en los playoffs.
Es como si cada día se disputara un mini Serie Mundial.
“Será totalmente diferente”, dijo Bo Porter, uno de los seis nuevos managers en las mayores este año.
La culpa corresponde a los Astros de Houston, el equipo dirigido por Porter. Su traslado de la División Central de la Liga Nacional al Oeste de la Americana deja 15 equipos en cada circuito, provocando el nuevo orden.
La temporada se pone en marcha el domingo en Houston con la visita de los vecinos Rangers.
El duelo Angelinos-Rojos será el 1 de abril. Días después, Filadelfia levantará el telón como local contra los Reales de Kansas City.
“Es muy raro”, comentó el manager de Cincinnati Dusty Baker. “Esto no lo teníamos hasta junio o julio”.