BOSTON, Mass
Napoli remolca la carrera del triunfo poco antes de las explosiones.
Mike Napoli impulsó la carrera del triunfo con un doble cuando iban dos outs en la novena entrada y los Medias Rojas de Boston completaron el lunes una barrida de tres partidos con su victoria por 3-2 sobre los Rays de Tampa Bay, que no tuvieron un bateo contundente.
Los Rays sólo habían conectado un par de imparables hasta la novena, en la que Desmond Jennings abrió con sencillo, se robó la intermedia y anotó la carrera del empate con sencillo de Ben Zobrist contra Andrew Bailey (1-0).
El dominicano Joel Peralta (0-1) retiró a los primeros dos bateadores de Boston en la parte baja del noveno episodio y después concedió base por bolas a Dustin Pedroia. Napoli sacó después un batazo hacia el muro del jardín izquierdo y Pedroia superó con facilidad el lanzamiento al plato.
Los Medias Rojas habían perdidos todos sus tres partidos anteriores disputados en la mañana frente a Tampa Bay en el Día de los Patriotas (el 15 de abril en 2013) y en el Día de Jackie Robinson (el 15 de abril).
Todo el personal uniformado lució el número 42 en reconocimiento de Robinson, para conmemorar el 66mo aniversario en el que el jugador rompió la barrera del color cuando debutó con los Dodgers de Brooklyn en el béisbol de las Grandes Ligas.
Estallan las bombas
Los jugadores de los Medias Rojas y los Rays intentaban salir del Fenway Park cuando se escucharon en el estadio dos explosiones, que ocurrieron cerca de la línea de meta del maratón de Boston.
En el tradicional juego matutino del Día de los Patriotas en Boston, Mike Napoli impulsó la carrera del triunfo con un doble cuando iban dos outs en la novena entrada y los Medias Rojas completaron el lunes una barrida de tres partidos con su victoria por 3-2 sobre los Rays de Tampa Bay.
El partido comenzó a las 11:05 de la mañana y terminó unos 10 minutos después de las 2 de la tarde. Poco menos de una hora después, a kilómetro y medio de distancia aproximadamente (una milla), las explosiones en la Plaza Copley fueron escuchadas por quienes estaban dentro y alrededor del estadio —aunque no en los vestuarios donde los equipos se preparaban para partir.
Los jugadores parecían no tener conocimiento de las explosiones cuando fueron entrevistados por los reporteros.