BARCELONA, Esp
El conjunto de Javier Aguirre empata con Real Madrid y lo elimina
El Barcelona ganó el sábado su 22da liga española sin necesidad siquiera de jugar, pues el empata de su escolta Real Madrid por 1-1 en cancha del Espanyol proclamó matemáticamente campeón al equipo azulgrana.
Con 88 puntos en 34 partidos y siete de ventaja sobre el Madrid, que suma 36 encuentros, el Barsa es un líder oficialmente inalcanzable para el conjunto de José Mourinho y ya no requiere de la victoria en su partido del domingo contra el Atlético de Madrid para celebrar el título.
Al Madrid, líder absoluto en el historial con 32 ligas conquistadas, solo le quedan seis puntos en disputa, pues jugó el cotejo adelantado de la 36ta fecha el pasado miércoles al tener que pelear la final de la Copa el Rey el próximo viernes contra el Atlético.
Si el Barsa ganara el domingo su intrascendente choque ante el cuadro rojiblanco, así como en sus tres encuentros restantes, igualaría el récord de 100 puntos conseguidos en un campeonato, firmado por el Madrid la campaña anterior.
Eliminado de la Copa del Rey y la Liga de Campeones en semifinales, el Barsa se congratula de la conquista de la liga, que encarriló con 18 victorias de 19 posibles en el arranque de Tito Vilanova al timón.
“Primero de todo quiero felicitar al Barsa, que es lo más importante”, dijo Mourinho en una breve rueda de prensa.
“No hay más que felicitar al Barcelona”, añadió el volante Xabi Alonso. “La liga es la competición de la regularidad ... Etaremos el siguiente año ahí”.
El Espanyol dejó a un lado la rivalidad ciudadana con los “culés” y facilitó el festejo gracias al séptimo gol del uruguayo Christian Stuani a los 23 minutos que los “merengues” solo pudieron nivelar por vía del argentino Gonzalo Higuaín a los 58.
El equipo del mexicano Javier Aguirre no ha perdido esta temporada con el Madrid, con el que empató de visitante en la primera vuelta, después del fichaje del “Vasco”, quien sacó al equipo del descenso.
Ante un Madrid que presentó un once sin Cristiano Ronaldo, al que Mourinho pretendió reservar para la final de copa junto a Mesut Oezil y otros titulares habituales, el Espanyol salió fuerte, queriendo imponer un ritmo alto de partido.
El conjunto blanco tomó paulatinamente el dominio de la pelota, aunque pronto perdió a Raphael Varane por lesión, lo que provocó el ingreso de Xabi Alonso y un desbarajuste inmediato en la defensa, que encajó el gol de Stuani en un tiro de esquina con varios rebotes y participación decisiva de Sergio García.