Arriba a China Manny Pacquiao

MACAO, Chi.
Manny Pacquiao no necesitaba el enorme ramo de flores que llevaba para sentirse bienvenido en este enclave de apuestas, donde peleará a una hora extraña contra un oponente que tiene que sentirse que ya ha ganado la lotería boxística.
Pacquiao recibió las flores de todas formas a su entrada al vestíbulo del enorme hotel-casino Venetian. El púgil filipino sonrió y posó para las cámaras, promoviendo su combate del fin de semana contra Chris Algieri, una pelea que Pacquiao parece estarse tomando más seriamente en momentos en que su carrera entra en sus asaltos finales.
Hay además renovados rumores de una pelea con Floyd Mayweather Jr., pero Pacquiao está concentrado en lo que espera sea una espectacular actuación que ponga fin a todos los comentarios sobre una merma en la fuerza de sus puños — el estelar boxeador no ha noqueado a nadie en cinco años — y alentar a Mayweather a finalmente subirse al cuadrilátero contra él en la que sería seguramente la pelea más lucrativa de la historia.
“No estoy pronosticando un nocáut, pero busco un buen combate y probar que aún puedo pelear”, dijo Pacquiao. “Estoy dispuesto a pelear con cualquiera. No evito a nadie”.