Rob Manfred habló con Tony Clark para que le jalara las orejas a sus dirigidos luego de la increíble suma de veinte casos de covid 19 en las filas de los Marlins de Miami, situación que los tiene sin jugar desde el domingo y de paso se llevaron entre las escamas a los Filis de Filadelfia.
No se ha revelado, quizá nunca se diga, pero algo pasó en los Marlins que tienen ese ridículo número de contagios y medios estadounidenses insinúan que los jugadores hicieron caso omiso de las indicaciones. Y es que casualmente…o ni tan casual es en los Marlins donde la pandemia es de escándalo…cuándo van a jugar otra vez? vaya usted a saber.
Pero la pregunta que más suena en la cabeza de las Mayores es ‘dónde van a acomodar todos esos encuentros que se han quedado en el aire?’
El equipo cumple este domingo una semana sin poder jugar. Este viernes los Cardenales de San Luis recibieron la ‘tarjeta roja’ (no se enoje del término, no sea sencillo) y las Grandes Ligas le dijo que no por tan jugar contra los Cerveceros en Milwaukee.
Más le vale a las organizaciones de las Mayores empezar a ponerse serios, para que esto no acabe en un soberano desastre.
Conmoción mundial
A media semana veía el segundo de la serie entre Dodgers y Astros. Un duelo que se decidió en entradas extras, trece para ser exacto, con el sistema que, cada que aparece, la causa un ataque de diarrea a muchos… le diré que a mi no.
Con la nueva regla de extrainnings en las Mayores, que espero se quede para siempre, prefiero entradas en las que haya expectativa con corredor en posición de anotar desde un inicio, a esos episodios extra de bostezo en los que no pasa nada, de nada de nada.
Pero el ser humano es reacio al cambio. Reacio a los ajustes, reacio a entender que el beisbol ha cedido terreno en el mercado, digo, ni hablar, aunque salgan ampollas en los dedos nomas de teclearlo.
Comentaristas de varios medios, todos con más de cuarenta años de edad pegan el grito en el cielo en redes sociales y expresan su indignación.
Caballeros, el beisbol tiene que ver para delante, no para los que vamos de bajada en esta vida.
Al beisbol no le interesan mucho los clientes que tiene cautivos, están en pos de los que no lo son. Claro, hay chamacones que dirán que ellos sí aguantan vara con el viejo estilo, pero son la minoría.
Ni Manfred ni el resto de las Mayores se despiertan a diario con la idea de ‘cómo amolar al beisbol?’
Los ajustes son para agradar a los más jóvenes, para atraer público, ese que suele decir que es un deporte lento y hasta aburrido. Quizá no lo sepan apreciar, o es el argumento de los necios, pero esto es de adaptarse o morir. Eso los saben mejor que nadie sabe quién? los dueños, son los que aportan la lana que atrae al público.
La historia del beisbol está llena de cambios, de ajustes. Un día decidieron usar un casco, otro día salieron con utilizar un décimo jugador y le llamaron bateador designado.
Antes de coger camino, parece que finalmente quedó despejada la duda sobre el modernizado estadio Teodoro Mariscal, que albergará la Serie del Caribe del año que viene, en cosa de seis meses.
Falta, claro, ver cómo avanza este asunto del covid 19, porque si las cosas siguen como hasta ahora, no descarte usted que los equipos se nieguen rotundamente a viajar a México y para nada se les puede culpar. Ni hablar, el asunto es así. Muchas gracias.
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