A 90 Millas /Un Oeste que promete
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El Diario de SonoraLos inombrales, sangrones, ’caime bien’ de los Dodgers de Los Ángeles aparecen en el número uno del ranking de las Grandes Ligas, seguidos de los Padres de San Diego, un club que está que se le queman las tostadas para que empiecen los guamazos así sea en pretemporada.
Tienen la ’suerte’ de que ambos andan en rumbos de la Liga del Cactus. Padres en Peoria y Dodgers en Glendale y se van a ver las caras el 6 de marzo en
Camelback Ranch y hay que reconocerlo, se tienen mucha mala leche desde la campaña pasada.
Puede que me diga que tradicionalmente la rivalidad de los Dodgers es con los Gigantes de San Francisco pero... no le haga, ese equipo anda a la deriva hace un buen rato, anque cada vez que ganan los de la Bahía pierdo la cordura.
Los Padres se soltaron con la chequera abierta y tienen jugadores que de repente abren la boca en cuanto miran un micrófono. El recién llegado zurdo Blake Snell ya dijo que quiere tirarle a los Dodgers en cada serie que los enfrenten.
Por ahí también el ex de Dodgers Manny Machado, quien a su llegada a Padres en 2019 no se detuvo a decir que San Diego ganaría una serie mundial antes que sus ex compañeros. El nuevo miembro de los Dodgers Trevor Bauer ha dejado aquella postura de no matar una mosca en los Indios, para ser un buscabullas desde que llegó a los Rojos el año pasado.
En California, de donde es originario y cerca de UCLA, donde estudió, se va poner peor. La leche se ha puesto a hervir.
Mirada a Missouri
Pero si se levante un poco la vista, hacia la derecha en el mapa de las Mayores, se va topar con los Cardenales de San Luis que pueden ser una piedra en el juanete para el que me diga en la Liga Nacional.
La razón es la llegada del antesalista Nolan Arenado, procedente de los Rockies de Colorado, quienes por cierto en el canje adquirieron a Mateo Gil, así es, hijo de Benjamín.
Pero siempre que un surgido de los Rockies llegue a otro equipo va surgir la duda sobre si en verdad puede arrear la pelota en algún otro parque como lo hizo en el liviano ambiente del Coors Field, con todo y los célebres ‘humedecedores’ de pelotas.
Hay que esperar para saber si los 235 palos de cuatro paradas que tiene en su carrera de ocho temporadas en las Mayores y de esos, son 136 en la altura de una milla.
Como decíamos en los noventas con Vinicio Castilla, ‘a la pelota hay que darle para que vuele’
En 2020 los Cardenales pusieron a parir donas a los Padres en aquella serie de primera ronda cuando se fueron adelante en San Diego y los tuvieron al borde de la eliminación. Muchas gracias.
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