La diva, cuyo nombre sigue resonando como sinónimo de talento y audacia, fue recordada en una íntima ceremonia que reunió a quienes compartieron escenarios y confidencias con ella.
En una capilla católica del corazón de la capital, velas y arreglos florales enmarcaron el homenaje. "Era una mujer que no conocía límites, tanto en el arte como en la vida", compartió Norma Lazareno entre murmullos de aprobación. La ceremonia, lejos de ser un acto protocolario, se convirtió en un mosaico de anécdotas donde se mezclaban risas con lágrimas.
Detalles que pocos conocían salieron a la luz durante el encuentro:
- Su asistente personal, Efigenia Ramos, reveló que Pinal guardaba todos los guiones de "Mujer, casos de la vida real" en cajas forradas con tela de seda.
- Pocholo recordó cómo la actriz improvisó un monólogo durante el rodaje de "Santa Claus" (1959) que dejó helado al mismísimo René Cardona.
- Yolanda Andrade confesó que la última conversación entre ambas giró en torno a un proyecto teatral que jamás llegó a concretarse.
El nicho que comparte con otros miembros de su familia recibió claveles rojos, su flor predilecta, mientras afuera, decenas de admiradores espontáneos entonaban fragmentos de "Piel canela", tema que la actriz interpretó con singular gracejo en sus años de vedette. Aunque las cámaras ya no capturan su perfil inconfundible, el legado de quien desafió convenciones sigue escribiéndose en cada anécdota compartida entre colegas y en cada joven actriz que descubre sus películas.
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