Stafford acaba maldición
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El Diario de SonoraNo por nada Matthew Stafford fue la primera selección global del Draft de la NFL de 2009, antecedido de una buena reputación como quarterback prospecto con los Bulldogs de la Universidad de Georgia y mirando a futuro todo su talento, las cosas pintaban muy bien, tanto para él como para el equipo que lo reclutó para la etapa profesional, los Leones de Detroit.
Sin embargo, en 12 años con Detroit solamente pudo guiar al equipo en tres ocasiones a la postemporada y en ninguna de ellas fue capaz de conseguir un solo triunfo en los partidos eliminatorios, y no fue sino hasta la noche del lunes 17 de enero de 2022 cuando logró ese primer y esquivo triunfo en los playoffs, al dejar en el camino a los Cardenales de Arizona, quitándose un gran peso de encima.
Le tomó nada más 182 partidos de temporada regular y 186 en total. Para quebrar ese maleficio, Stafford requirió de dos grandes virtudes: paciencia y perseverancia.
En el receso de la temporada 2021 los Leones y los Carneros sorprendieron al mundo de la NFL al llevar a cabo un fastuoso canje que, como piezas principales de la transacción, involucró a sus respectivos quarterbacks, de manera que Stafford llegó a la sureña ciudad californiana y Jared Goff se marchaba hacia la ‘Ciudad Motor’.
La de la noche del lunes no fue precisamente una de las mejores actuaciones para Stafford, al completar 13 de 17 pases para 202 yardas, eso sí, con dos pases de touchdown y logrando otro por la vía personal sobre la línea de gol, dándole estabilidad a la ofensiva de los Rams, que ganaron 34-11 a los Cardenales, aunque el marcador no reflejó lo que sucedió en el campo, pues la defensa de los angelinos fue protagonista.
“Simplemente me emociona que el equipo haya ganado. Se siente grandioso”, dijo Stafford, dejando de lado ese ansiado logro personal de ganar en playoffs. “Estoy feliz de haber conseguido este, vamos por más”.
Pese a tener una marca de 74-90-1 como titular en los Leones, esos números no le hacen justicia a su calidad y talento como quarterback. Con Detroit asistió al Pro Bowl en 2014; en 2011 ganó el premio al Regreso del Año; es el quarterback que menos partidos requirió (71 juegos) para alcanzar las 20 mil yardas, lo mismo que para las 30 mil (109), las 40 mil (147) y las 45 mil (165).
En 2012 impuso la marca para más intentos de pase (727) en una sola campaña, en 2015 se convirtió en el primer pasador en completar por lo menos el 60 por ciento de sus envíos en cada partido durante esa temporada y en 2016 registró ocho regresos en el último cuarto, una marca vigente en la liga.
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