La que se suponía sería la sencilla coronación Salt Lake City como anfitriona de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2034 se transformó en una complicada historia de intriga política, ya que el COI reclamó al estado de Utah ponga fin a una investigación del FBI sobre una supuesta trama para encubrir una red de dopaje
El Comité Olímpico Internacional formalizó la designación de Salt Lake con una votación 83-6, pero que únicamente se concretó luego que un contingente de políticos de Utah y jerarcas del olimpismo de Estados Unidos firmó un acuerdo que les compromete gestionar ante el gobierno federal para que frene la investigación y modificar una ley sobre asociación delictiva que permite que se persiga el caso.
El COI se ha indignado porque el gobierno federal abrió una investigación sobre el supuesto dopaje cometido por nadadores chinos a los que se les permitió competir en los Juegos de Tokio pese a haber dado positivo en controles. La Agencia Mundial Antidopaje aceptó la explicación de China sobre las pruebas, y las autoridades de Estados Unidos investigan esa decisión al amparo de una ley que se aprobó a raíz del escándalo de dopaje ruso en los Juegos de Invierno de Sochi.
El presidente del COI, Thomas Bach, quiere que la AMA sea la primera autoridad sobre los casos de dopaje en los deportes olímpicos, especialmente con Los Ángeles como sede de los Juegos de Verano en 2028. El COI añadió una cláusula al contrato de anfitriona de Salt Lake, en el que exige a los organizadores locales — incluyendo al gobernador de Utah Spencer Cox — para que presionen a favor del cierre de la investigación o quedar expuestos a perder los Juegos.
“Era la única manera que íbamos a tener la garantía de obtener los Juegos”, indicó Cox tras el anuncio. Si los Estados Unidos no respeta la “autoridad suprema de la AMA”, añadió el gobernador, “ellos no pueden quitar los Juegos”.
Incluso en el mundo de la diplomacia olímpico, fue una muestra de poder para forzar a las autoridades de un gobierno para aceptar lo quiere hacer el COI.
Gene Skyes, presidente del Comité Olímpico y Paraolímpico de Estados Unidos, señaló que varios dirigentes y atletas de otros países temen que la ley de asociación delictuosa permitirá a Estados Unidos arrestar o interrogar a visitantes olímpicos.
Algunos dirigentes “han reaccionado muy ansiosos sobre lo que implicaría para figuras del deporte que viajen a Estados Unidos, que de alguna manera queden sujetos a la incertidumbre en cuanto a su libertad de movimiento”, dijo Sykes. “Y eso siempre alarma a gente que no comprende cómo son las cosas en Estados Unidos”.
La capital del estado de Utah fue la única candidata, dado que el COI concedió el año pasado a Salt Lake City los derechos exclusivos para negociar en un proceso que se aceleró para 2034, y con el que Estados Unidos recibió la sede.
El equipo de campaña que presentó la candidatura en el escenario a los miembros del COI incluyó al gobernador Cox; la alcaldesa de Salt Lake City, Erin Mendenhall; y la leyenda del esquí alpino Lindsey Vonn.
En Salt Lake City, a las 3 de la madrugada, la ciudad organizó una fiesta para seguir la transmisión desde París.
Salt Lake City tendrá la sede 32 años después de haber organizado las justas invernales por primera vez en 2002.
El cambio climático y el alto costo de la organización ha reducido el interés de las ciudades en recibir los Juegos de Invierno.
Utah supo capitalizar el desinterés global y se vendió como una anfitriona entusiasta en repetir como sede en caso que el COI decida inclinarse por una rotación permanente de las sedes de invierno.
Christophe Dubi, el director ejecutivo de los Juegos Olímpicos, ha indicado que Salt Lake City sería una candidata ideal para tal plan.
Será Francia en 2030
El Comité Olímpico Internacional designó el miércoles a los Alpes franceses como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, aunque con condiciones y la aprobación de quien sea el próximo primer ministro de Francia.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ayudó a presentar la candidatura a los miembros del COI y aseguró que el gobierno que se forme tras la celebración de los Juegos de París este verano ofrecerá todas las garantías organizativas que aún estar por firmar.
Los miembros del COI aceptaron sus garantías y votaron 84-4 a favor de la candidatura, con siete abstenciones.
“Queremos agradecerles por su confianza y fe”, dijo Macron en un breve discurso de aceptación. “Ahí vamos a estar y vamos a respetar nuestros compromisos”.
Los gobiernos nacionales en los países anfitriones de los Juegos Olímpicos necesitan formalizar las garantías financieras y de seguridad que son esenciales para el montaje de las justas.
El COI fijó el 1 de octubre como plazo para que el próximo primer ministro francés firme el documento de garantías para el proyecto de 2030. La asamblea nacional que fue elegida este mes deberá ratificar ese documento antes del 1 de marzo, dijo el presidente del COI Thomas Bach.
Esas garantías que exige el COI no han podido ser refrendadas en Francia debido a que Macron convocó recientemente a unas elecciones parlamentarias que se completaron el 7 de julio. No se pudo formar un gobierno de mayoría, pero se frenó el avance de los partidos de extrema derecha.
Francia era la única aspirante a organizar la cita olímpica de 2030. El proyecto está centrado en las estaciones de esquí de los Alpes y en recintos para deportes de hielo en la ciudad costera de Niza.
A casi 5 años y medio de la ceremonia de apertura, la cita invernal de 2030 tendrá el periodo más corto de preparación en la historia moderna.
Macron y los encargados de la candidatura reconocieron el desafío que implica el cambio climático para los deportes de nieve.
“Tendremos que concebir un nuevo modelo, uno sostenible, para la gente que vive en las montañas”, dijo Macron. “Creemos en el futuro de los Juegos de Invierno. Creemos en el futuro de nuestras montañas”.
Francia ha organizado previamente tres citas de invierno: la edición inaugural de 1924 en Chamonix, 1968 en Grenoble y 1992 en Albertville.