La emoción recorrió el ambiente en el Le Bourget este sábado, mientras Janja Garnbret y Brooke Raboutou se abrazaban con lágrimas de alegría tras la final de escalada deportiva en boulder y lead de los Juegos de París. Garnbret, la reina indiscutible de la escalada, consolidó su posición como una de las estrellas más brillantes del deporte al defender su título olímpico. Por su parte, Raboutou hizo historia al conseguir la primera medalla olímpica en escalada para el equipo femenino de Estados Unidos.
En los Juegos Olímpicos de París, las disciplinas de escalada se han separado, a diferencia de Tokio, donde se combinaban para una única medalla por género. En velocidad, el oro masculino fue para Leonardo Veddriq de Indonesia, mientras que Toby Roberts de Gran Bretaña ganó en lead y boulder. Aleksandra Miroslaw de Polonia obtuvo el oro femenino en velocidad.
Garnbret, ocho veces campeona del mundo, se ha convertido en un ícono en la escalada, no solo por su dominio absoluto en la disciplina, sino también por su activa labor para erradicar los trastornos alimenticios de este deporte.
Las atletas deben tener una imagen sana del cuerpo y centrarse en su bienestar, expresó Janja Garnbret
Su incansable lucha por la salud mental de las atletas le ha valido el reconocimiento de muchos en el ámbito deportivo. Tras una lesión que la mantuvo fuera de las competencias durante un tiempo, Garnbret volvió con más fuerza que nunca, demostrando que es una de las escaladoras más completas y talentosas del mundo.