Zac Gallen, el abridor de Arizona, se convirtió en un maestro del pitcheo, manteniendo a raya a los bateadores de San Francisco durante seis entradas completas sin permitir un solo hit.
Su dominio se basó en una combinación de precisión y control, lanzando 100 pitcheos con 63 strikes, y dejando atrás la presión que le imponía la necesidad de un triunfo para mantener a los Diamondbacks en la pelea por un lugar en los playoffs. Su efectividad se vio reflejada en las ocho ponches que recetó, un testimonio de su habilidad para mantener a los bateadores de San Francisco fuera de ritmo.
Aunque la ofensiva de los Gigantes no logró romper el cerrojo de Gallen, la ofensiva de los Diamondbacks, liderada por los jonrones solitarios de Eugenio Suárez y Pavin Smith, dio a Arizona una ventaja que se mantuvo hasta el final. Con esta victoria, los Diamondbacks se acercaron a cinco juegos de los Dodgers, líderes de la división.
La derrota de los Gigantes estuvo marcada por el descontrol de Hayden Birdsong, quien permitió dos carreras y cinco boletos en tan sólo tres innings. A pesar de la derrota, los Gigantes aún mantienen una oportunidad de llegar a la postemporada.Este encuentro fue una muestra de cómo la estrategia y el control pueden ser tan importantes como el poderío ofensivo. Gallen demostró su valía como lanzador, mientras que Birdsong luchó para controlar sus lanzamientos. Los Diamondbacks, por su parte, demostraron su capacidad para ganar en situaciones adversas. La lucha por la postemporada en la Liga Nacional promete ser apasionante, y cada victoria como la de Arizona adquiere un valor invaluable.