El uruguayo, que llegó al equipo con la ilusión de brillar en la Liga MX, ha tenido que lidiar con una serie de contratiempos que lo han mantenido alejado de las canchas por casi un año.
La pesadilla comenzó en el Clásico Tapatío del año pasado, cuando sufrió una lesión que se esperaba que lo dejara fuera de acción por cuatro a cinco meses. Sin embargo, una bacteria complicó su recuperación y obligó a Lozano a pasar por el quirófano en dos ocasiones en este semestre. A pesar de que el cuerpo médico asegura que la rehabilitación se lleva a cabo de manera correcta, la realidad es que la lesión se ha prolongado de forma inusual.
Lozano no ha pisado la cancha desde el 7 de octubre de 2023, y su regreso parece cada vez más incierto. Mientras tanto, la directiva de Atlas se aferra a la esperanza de tenerlo de vuelta para la Fecha 11 del Apertura 2024, aunque el pronóstico sigue siendo reservado.
La mala fortuna también ha perseguido a otro jugador de Atlas: Mauro Manotas. El delantero colombiano ha sufrido tres lesiones de ligamento cruzado en su paso por el equipo, la última de ellas en la rodilla derecha, que lo mantendrá fuera de acción por ocho meses.
La situación de Lozano y Manotas es un golpe duro para el Atlas, que aspira a volver a competir por el título en el Apertura 2024. La falta de estos dos jugadores importantes pone en riesgo las aspiraciones del equipo, que deberá buscar alternativas para suplir su ausencia en la cancha.
La recuperación de Lozano y Manotas es una incógnita, y el futuro de ambos en el equipo también está en el aire. El tiempo dirá si los dos jugadores podrán volver a ser los mismos y aportar su talento al Atlas.