La situación del receptor estelar Davante Adams se ha convertido en el tema central, y la tensión entre el jugador y el entrenador Antonio Pierce se palpa en el ambiente.
El miércoles, Pierce imitó la estrategia de comunicación de su antiguo mentor, Bill Belichick, ante la insistente prensa. Al igual que Belichick hacía en su época con los Patriots, Pierce repitió una y otra vez: "Davante está atendiendo una lesión del tendón de la corva, se está rehabilitando, y el resto del equipo se concentra en Denver".
"Será una distracción", dijo el receptor Jakobi Meyers sobre la situación de Adams. "Es lo que es. Entendemos eso. En realidad, se trata de hacer jugadas sin importar lo que suceda, hay que seguir adelante".
El quarterback Gardner Minshew, por su parte, aseguró que Pierce "lidió con la situación" junto al resto de los jugadores. "Nos dijo que lo tenemos que dejar de lado esto", comentó Minshew. "Ese no es un tema que nos corresponda. Nuestro trabajo es salir a entrenar y prepararnos para esta semana. Eso es todo lo que podemos hacer y confiar en el personal gerencial va a tomar las mejores decisiones para nuestro equipo".
El martes, Adams avivó las llamas de la polémica al expresar en su programa "Up and Adams Show" que no había tenido contacto con Pierce desde que el entrenador aparentemente le dio un "me gusta" a una publicación en redes sociales sobre un posible intercambio de Adams.
"Sí, yo también", respondió Adams cuando la presentadora, Kay Adams, dijo que le sorprendía que Pierce no se hubiera comunicado con él.
Pierce, a su vez, se negó a aclarar si él y Adams habían hablado desde el martes. "Eso queda entre Davante y yo", afirmó.
Los rumores de un posible intercambio de Adams se han intensificado en las últimas semanas. El alto salario del jugador para el próximo año y la posibilidad de una reconstrucción en los Raiders son factores que podrían influir en una decisión de este tipo.
La tensión entre Adams y Pierce, junto a la incertidumbre sobre el futuro del receptor, se han convertido en el centro de atención en Las Vegas. La visita a Denver, donde Adams podría estar ausente, se presenta como un capítulo crucial en esta novela que promete un desenlace lleno de emociones.