Los estadounidenses llegaron al encuentro con varias bajas, pero aún así se mantuvieron como un rival de cuidado.
Raúl Jiménez fue la figura del partido, liderando la ofensiva mexicana con una actuación brillante. El delantero del Fulham demostró que está recuperando su mejor forma tras la grave lesión que sufrió en 2019. Su desempeño, marcado por goles y asistencias, le dio a México la victoria por 2-0, lo que permite a Javier Aguirre y su equipo cerrar un ciclo de observación y comenzar a enfocarse en la próxima fecha FIFA, que marcará el inicio de una etapa más seria y competitiva.
El encuentro también sirvió para observar el desempeño de los porteros mexicanos, quienes siguen siendo una incógnita para el entrenador. Raúl Rangel, Luis Malagón y Guillermo Ochoa fueron los guardametas convocados para este encuentro. Aunque Ochoa no tuvo minutos en el campo, su experiencia y liderazgo siguen siendo importantes para el equipo.
“Lo platiqué con ellos y ‘Memo’ es quizá el que menos me tiene que demostrar algo, lo conozco de hace muchos años, pero quería ver a Malagón con estadio lleno ante Estados Unidos y me gustó”, dijo Aguirre. “Estoy contento con los tres porteros, pero con ‘Memo’ se siente su presencia porque ayuda a los jóvenes y tiene carisma”.Para el próximo partido, la duda sobre quién será el portero titular definitivo se despejará hasta el 15 de noviembre, cuando México enfrente a Honduras por la Liga de Naciones.
Aguirre ha sido claro en su mensaje: el talento no basta, se necesita compromiso y entrega para formar parte de su equipo. La etapa de pruebas ha terminado y México tendrá que mostrar su mejor versión en la Liga de Naciones, donde se enfrentará a un rival difícil como Honduras.