La situación se complica aún más por el rendimiento de su mariscal de campo estrella, Dak Prescott, quien no ha estado a la altura de las expectativas.
Prescott, quien apenas la temporada pasada fue finalista en la votación para el premio al Jugador Más Valioso de la NFL, ha visto su juego afectado por una serie de intercepciones. En los últimos tres partidos, ha lanzado dos intercepciones en cada uno, un hecho que no había ocurrido en sus nueve temporadas en la liga.
Esta situación no ha pasado desapercibida para el cuerpo técnico del equipo. Brian Schottenheimer, coordinador ofensivo, ha expresado su confianza en el mariscal, pero reconoce que Prescott debe mejorar su toma de decisiones.
"No puedes obsesionarte con ello", dijo Schottenheimer. "Confiamos en Dak. Dak tomará muchas más decisiones buenas que malas. Hay que jugar el partido".
Prescott, consciente de sus errores, ha asumido la responsabilidad de su bajo rendimiento. "Tengo que mejorar. Tan simple como eso", reconoció Prescott. "Pero esto nunca va a afectar mi confianza. La mayoría de esto tiene que ver con las decisiones, así que vuelvo y supongo que hace un par de años, había ese análisis de riesgo contra recompensa. Eso es algo que, al ver el video esta semana, está muy presente en mi mente".
La temporada de Prescott ha estado marcada por la inconsistencia. En el último encuentro contra los 49ers, su segunda intercepción en el partido desencadenó un tercer cuarto desastroso que le costó el encuentro a Dallas.
"Este sistema está construido para hacer que el quarterback tenga éxito", dijo el entrenador Mike McCarthy. "Obviamente, el punto de partida para hacer que un mariscal de campo tenga éxito es correr con el balón. Así que podemos empezar por ahí. Si acaso, me cuidaría de no pedirle que sienta que tiene que hacer más de lo que ya está haciendo".