Taylor Swift revela crisis familiar: la salud de su padre tras cirugía cardiaca

En una revelación sincera durante una entrevista reciente, Swift compartió detalles sobre el delicado estado de salud de su padre, Scott Swift, quien a sus 73 años fue sometido a una cirugía de bypass quintuple durante el verano. "Fue algo completamente inesperado", confesó la artista. "Sus chequeos anuales siempre habían sido perfectos, pero un examen de estrés reveló cinco bloqueos graves en su corazón".
La noticia impactó a la familia, especialmente por el historial médico que ya cargan. Andrea Swift, madre de Taylor, fue diagnosticada con cáncer en 2015 y en 2020 enfrentó un tumor cerebral. Ahora, el patriarca de la familia Swift sumaba otro capítulo difícil.
Entre anécdotas, Taylor recordó cómo su padre, aún bajo efectos de la anestesia, intentó repartir púas de guitarra -que suele llevar para fans- a médicos y enfermeras, olvidando que "no tenía pantalones puestos" en ese momento. "Ese es mi papá", dijo con cariño.
El panorama hoy es alentador. "Está al 150%, según él mismo dice", compartió Taylor, destacando que su padre ha recuperado energía e incluso demasiada. La experiencia reconfiguró sus prioridades: "Te hace repensar lo que realmente importa".
Mientras Scott se recupera, Andrea Swift también muestra mejoría tras una reciente cirugía de rodilla. "Ella está genial, aunque todavía no 'corretea'", bromeó su hija, evitando profundizar en el estado de sus batallas previas contra el cáncer.
Este verano familiar contrasta con el éxito profesional sin precedentes de Taylor. Su último álbum, The Life of a Showgirl, rompió récords de ventas en su primer día, superando marcas que ella misma había establecido. Pero entre cifras millonarias y giras mundiales, la historia personal de los Swift demuestra que hasta las superestrellas enfrentan desafíos humanos.
La cantante cerró reflexionando sobre el valor del tiempo con sus seres queridos: "Descubrí la belleza de esas largas conversaciones que solía dar por sentadas". Un aprendizaje que, más allá de los escenarios y los aplausos, parece haber marcado su año más que cualquier otro logro.