Tras la épica victoria de cinco juegos sobre los Yankees de Nueva York, los Dodgers hicieron un gesto significativo al donar parte de su equipo a Cooperstown. Entre los artículos donados, destacan los spikes de Freddie Freeman, utilizados en los Juegos 1 y 2 contra los Yankees. Por su parte, Mookie Betts decidió entregar sus guantes de bateo del crucial Juego 5, un testimonio de su valiosa contribución al campeonato.
El manager Dave Roberts también quiso dejar su huella en la historia, donando una gorra al Salón de la Fama. Otros jugadores que sumaron su legado a la colección fueron Anthony Banda, con una camiseta; Walker Buehler, con un guante; y Clayton Kershaw, quien a pesar de su lesión, donó una gorra de campeonato de celebración. Max Muncy, por su parte, aportó un bate y guantes de bateo, recordando su récord de postemporada con 12 embasamientos consecutivos. Finalmente, Will Smith, el receptor del equipo, contribuyó con su protector de pecho y gorra del último juego.