La expectativa es alta, tanto en Miami como entre los fanáticos de la MLS. El equipo, liderado por Messi, ha logrado conquistar el corazón de la afición y se perfila como uno de los grandes favoritos para levantar el trofeo de campeones. Sin embargo, la realidad es que el camino hacia la gloria no será fácil.
Miami se ha enfrentado a un traicionero formato en los playoffs, que ha generado controversia y debate. La clasificación para la postemporada ha sido amplia, con 18 de los 29 equipos disputando la fase final, dejando a solo 11 equipos fuera. Esta fase ha contado con una etapa preliminar de 'wildcards', y en la primera ronda, los equipos se enfrentan en series al mejor en un máximo de tres partidos. Lo que genera confusión es que el formato permite a un equipo avanzar a la siguiente ronda sin ganar un solo partido.
El Atlanta United, un rival que terminó la temporada regular 34 puntos por debajo de Miami, se ha convertido en un obstáculo inesperado para las aspiraciones del club. Atlanta, que cambió de técnico a mitad de temporada, ha demostrado ser un equipo peligroso, especialmente en los playoffs, y ha logrado vencer a Miami en dos ocasiones esta temporada.
La historia reciente ha mostrado que Atlanta puede hacer frente al desafío que presenta Messi y su equipo. En los cuatro partidos que han disputado esta temporada, Messi ha anotado un solo gol y ha tenido solo ocho remates a puerta. Atlanta, por su parte, se caracteriza por su capacidad para contraatacar y ha explotado las vulnerabilidades defensivas de Miami.
El destino de Miami se definirá en el tercer encuentro de la serie contra Atlanta. El equipo se encuentra ante una prueba de fuego, y un nuevo fracaso podría terminar con las ambiciones de la temporada.