Desde el primer set, la tensión era palpable. Medvedev, conocido por su temperamento explosivo, demostró una vez más su carácter. En un momento crucial, con el marcador empatado y Fritz a punto de quebrar el servicio, Medvedev intentó un segundo servicio más potente de lo habitual, pero la pelota terminó en la red. La frustración se apoderó del ruso, quien inmediatamente se dirigió a su banquillo visiblemente molesto.
La furia de Medvedev no se quedó ahí. Primero, golpeó su raqueta contra el banquillo, dejando una pequeña abolladura como evidencia de su ira. Luego, con más fuerza, golpeó la raqueta contra la cancha, retorciéndola, y finalmente la lanzó con furia hacia atrás.
El juez de silla, ante la evidente falta de control de Medvedev, le otorgó una infracción por mala conducta. La situación se intensificó a mitad del segundo set, cuando Medvedev, en un momento de rabia, rompió su raqueta nuevamente. Fue penalizado con un punto.
Fritz, por su parte, mantuvo la concentración y aprovechó la desestabilización de su rival. El estadounidense, sin dejarse llevar por las emociones de Medvedev, se enfocó en su juego y logró cerrar el partido con un contundente 6-4, 6-3.
"A veces es muy fácil cuando alguien está haciendo eso, puedes relajarte y pensar que simplemente van a terminar y entonces bajas tu nivel", comentó Fritz. "Así que solo tuve que intentar decirme a mí mismo, 'Mantente enfocado, saca bien con el 5-3 porque él saldrá a luchar por ese juego. Afortunadamente, lo hice muy bien con el saque".
Fritz, quien en septiembre llegó a la final del US Open, demostró su capacidad para mantenerse enfocado bajo presión y superar las distracciones. Su victoria en este primer encuentro lo posiciona como un fuerte candidato para llegar lejos en este torneo que reúne a los mejores del mundo.