Sin embargo, el panorama parecía complicado. Los Celtics de Boston, actuales campeones de la NBA, imponían su ley en la cancha, y los Hawks se encontraban con un déficit de 15 puntos en el marcador.
La segunda mitad del partido se convirtió en un auténtico espectáculo. Dyson Daniels, con una actuación descomunal, lideró la remontada de los Hawks. Con 28 puntos, logró su récord personal y demostró su calidad en la cancha. Jalen Johnson, por su parte, también fue fundamental, con 18 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias. El trabajo en equipo de Atlanta era evidente.
La tensión se palpaba en los últimos segundos. Boston, a pesar de la presión de los Hawks, mantenía una ligera ventaja. Con el tiempo expirando, Jayson Tatum tuvo la oportunidad de sentenciar el partido con un triple desde la esquina izquierda. Sin embargo, el balón no encontró la red. En un giro inesperado, Onyeka Okongwu capturó un rebote tras un tiro fallido de Jaylen Brown y logró anotar la canasta decisiva.
Los Hawks de Atlanta se llevaron la victoria por un marcador de 117-116, remontando una desventaja que parecía insalvable. Un triunfo memorable que les permitirá afrontar con mayor confianza el próximo encuentro de la NBA Cup frente a los Wizards de Washington el viernes.