Argentina, actual campeón mundial, se encuentra en la cima de la tabla con 22 puntos, pero su desempeño en el último partido contra Paraguay, donde cayó 2-1, ha generado preocupación. La falta de cohesión en el mediocampo y las desatenciones en jugadas a balón parado han sido señaladas como áreas críticas a mejorar. “No sé si encontraron el antídoto. Nosotros seguimos jugando y esperamos retomar la senda positiva”, comentó Scaloni, enfatizando la necesidad de corregir errores y adaptarse al estilo del rival.
Sin embargo, la situación se complica aún más debido a una serie de lesiones que han afectado la alineación del equipo. Con la baja de jugadores clave como Lisandro Martínez y Germán Pezzella, además de Cristian Romero y los laterales Nahuel Molina y Nicolás Tagliafico, Scaloni se verá obligado a presentar una defensa inédita. Los cambios incluyen a Gonzalo Montiel, Leonardo Balerdi y Facundo Medina, quienes asumirán roles fundamentales en la zaga.
Por otro lado, el equipo peruano, dirigido por Jorge Fosatti, se encuentra en una situación crítica, ocupando el penúltimo lugar con solo siete puntos. Tras un empate sin goles contra Chile, la selección incaica enfrenta la presión de sumar puntos para mantener vivas sus esperanzas de un posible repechaje. “El objetivo es ganar el partido que viene”, afirmó Fosatti, consciente de que la escuadra necesita mejorar su escasa producción ofensiva, con apenas tres goles en toda la competencia.
Este encuentro, que se llevará a cabo en La Bombonera de Buenos Aires, representa la última oportunidad del año para ambas selecciones de dejar una impresión positiva antes de que las eliminatorias se reanuden en marzo. La afición espera un espectáculo que no solo defina el rumbo de Argentina, sino que también ofrezca a Perú la posibilidad de redimirse en la lucha por un lugar en el Mundial.