El jueves, el Consejo Municipal votó a favor de emitir bonos para financiar el proyecto, que podría costar alrededor de 1.3 mil millones de dólares.
La decisión es un avance significativo en el proceso de construcción del nuevo estadio, que forma parte de un proyecto más amplio de restauración urbana en el centro de St. Petersburg. El proyecto tiene como objetivo corregir el error del desplazamiento de la comunidad negra cerca del Tropicana Field y una autopista en un terreno prime.
Según Deborah Figgs-Sanders, presidenta del Consejo Municipal de St. Petersburg, "Para mí hay más que solo béisbol. Estamos cumpliendo nuestra parte del trato". La ciudad y el condado habían aprobado el plan general del proyecto el verano pasado, pero el condado se había mostrado indeciso sobre el acuerdo de financiación.
El nuevo estadio podría estar listo para la temporada 2028, aunque los Rays han dicho que es imposible jugar en su estadio actual el próximo año y tal vez no hasta 2026 debido a los daños causados por el huracán en el Tropicana Field. Mientras tanto, el equipo jugará en el Steinbrenner Field en Tampa, el sitio de entrenamiento de primavera de los Yankees de Nueva York.
La Comisión del Condado de Pinellas también debe decidir si aprueba su parte del proyecto, con una votación programada para el 17 de diciembre. Si se aprueba, los bonos serían pagados por impuestos turísticos que no pueden gastarse en cosas como la recuperación de huracanes.
El proyecto de restauración urbana tiene un costo total de 6,5 mil millones de dólares y busca corregir el error del desplazamiento de la comunidad negra en el área. La ciudad de St. Petersburg, propietaria del Tropicana Field, publicó una evaluación de los daños y las necesidades de reparación que estimaron el costo en $55.7 millones.
Los Rays han dicho anteriormente que están cumpliendo con el acuerdo actual y tienen la intención de permanecer en St. Petersburg. Sin embargo, el equipo no ha hecho comentarios sobre la decisión del Consejo Municipal.