El ambiente en el estadio cambió drásticamente; la euforia se transformó en una silenciosa preocupación colectiva.
El foco se centró en Grant DuBose, receptor abierto de los Dolphins de Miami. Durante el tercer cuarto del encuentro contra los Texans de Houston, un choque brutal, un impacto casco contra casco con el safety Calen Bullock, lo dejó tendido en el césped. Las imágenes son impactantes: el golpe, la respuesta de esgrima, la inmovilidad posterior… momentos que se grabaron en la retina de todos los presentes y espectadores.
La escena que siguió fue desgarradora. Más de 10 minutos de atención médica en el campo, con el personal de emergencia cortándole la camiseta y colocándole un collarín. Mientras tanto, jugadores de ambos equipos se arrodillaban, observando con una mezcla de angustia e impotencia. La camilla, la tabla para la columna vertebral, los brazos y piernas inmovilizados… Un tubo en su boca. La imagen de DuBose siendo retirado del campo, sin movimiento aparente, generó una ola de incertidumbre y temor.
Los Dolphins, en una actualización del lunes, confirmaron que DuBose permanecía hospitalizado en Houston. Las pruebas iniciales, según el comunicado, arrojaron “resultados positivos”, un dato que, aunque esperanzador, no revela la totalidad de la situación. La incertidumbre rodea el alcance de sus lesiones.
El quarterback de los Dolphins, Tua Tagovailoa, quien ha experimentado de primera mano las consecuencias de las conmociones cerebrales, expresó su consternación: “Es muy desafortunado… muy duro haberlo visto en vivo”. Tagovailoa, quien asumió parte de la responsabilidad por la jugada, reconoció la dificultad de continuar el juego tras el incidente.
Vale la pena recordar que este era el primer partido de DuBose desde la semana 2, debido a una lesión previa en el hombro. Ahora, su recuperación física y neurológica es la principal preocupación, dejando en suspenso su futuro en la temporada.