El mercado de agentes libres se vislumbra como un campo de batalla estratégico, donde cada ficha es fundamental.
En el caso de los Dallas Cowboys (6-8), la situación es particularmente intrigante. Mientras su clasificación a playoffs pende de un hilo, un jugador ha acaparado la atención: Rico Dowdle. Este corredor de quinto año, desapercibido hasta hace poco, ha irrumpido con una racha impresionante en las últimas semanas.
Dowdle, quien en sus primeros cuatro juegos promediaba apenas 34 yardas, ha roto su propia marca de yardas en cada uno de los últimos tres partidos. Su actuación culminó con 149 yardas contra los Panthers, convirtiéndose en el primer corredor seleccionado fuera del draft en 10 años con tres juegos consecutivos de más de 100 yardas. “Los touchdowns son lo único que me falta ahora,” comentó Dowdle, “pero definitivamente es un gran momento considerando estas últimas tres semanas.”
Su éxito, sin embargo, no es solo mérito individual. La línea ofensiva, afectada por lesiones de jugadores clave como Zack Martin (quien tuvo una cirugía de tobillo que puso fin a su temporada), ha demostrado una resiliencia notable. Brock Hoffman, Cooper Beebe y Chuma Edoga han tenido que sortear lesiones y cambios de posición para abrir huecos para Dowdle. Esta capacidad de adaptación ha sido crucial para el repunte del corredor.
El rendimiento de Dowdle contrasta con la situación de Ezekiel Elliott, cuyo futuro con los Cowboys es incierto. Después de una temporada fuera del equipo, su regreso no ha tenido el impacto esperado, dejando a Dowdle como la opción principal en el ataque terrestre. Este cambio de dinámica, sumado al inminente mercado de agentes libres, plantea varias preguntas sobre el futuro de ambos corredores.
La situación se complica aún más con la perspectiva del draft. Los Cowboys, con una posición privilegiada en la primera ronda, podrían optar por reclutar a un corredor de alto nivel como Ashton Jeanty de Boise State, finalista del Trofeo Heisman. Esta posibilidad añade otra capa de complejidad al rompecabezas del ataque terrestre de Dallas.
Más allá de Dowdle, la situación de Cooper Rush, quarterback suplente, también es un tema a considerar. Con un récord de 3-3 desde la última lesión de Dak Prescott, y un contrato que vence, su futuro con la franquicia también es incierto. Su reciente actuación, incluyendo tres pases de touchdown contra los Panthers, demuestra su valor para el equipo.
Finalmente, la disciplina del equipo, o la falta de ella, es un punto a destacar. Los Cowboys se encuentran entre los equipos más penalizados de la NFL, con 14 penalizaciones contra Carolina. Cinco de los primeros 16 downs de los Panthers fueron producto de faltas de Dallas. Esta área necesita atención urgente para asegurar un futuro competitivo.