Un proyecto de revitalización urbana de 6.500 millones de dólares promete transformar radicalmente 86 acres en el corazón de la ciudad. Se habla de un nuevo museo de historia negra, viviendas asequibles, espacios de entretenimiento, oficinas y comercios, generando miles de empleos. Pero hay un elemento clave que impulsa toda esta ambiciosa iniciativa: un nuevo estadio.
Se trata del nuevo hogar de los Rays de Tampa Bay, un estadio de 1.300 millones de dólares. La aprobación de parte del financiamiento para esta mega construcción, tras un retraso de casi dos meses, ha generado un gran debate. El martes pasado, la Comisión del Condado de Pinellas, votó 5-2 a favor de aportar aproximadamente 312,5 millones de dólares, financiados con impuestos turísticos. Esta decisión sigue a la aprobación por parte del Consejo Municipal de St. Petersburg de su parte en los bonos necesarios.
La aportación del condado y la ciudad cubrirán aproximadamente la mitad del costo total, mientras que los Rays asumirán el resto, incluidos los posibles sobrecostos. “Estamos cumpliendo nuestra parte del trato,” declaró la presidenta del Consejo Municipal, Deborah Figgs-Sanders. "¿Ahora qué tienen?", añadió con determinación, refiriéndose a la presión sobre la iniciativa.
El comisionado de la Major League Baseball, Rob Manfred, jugó un papel crucial. Su reunión con comisionados escépticos resultó clave para el resultado de la votación. El comisionado del Condado de Pinellas, Chris Latvala, declaró: “Él está comprometido con este mercado. Rob Manfred es la razón por la que estoy votando sí hoy”.
Este acuerdo supone un respiro tras años de incertidumbre sobre el futuro de los Rays, incluyendo especulaciones sobre una posible mudanza a Tampa, Nashville, o incluso la controversial idea de dividir los juegos entre St. Petersburg y Montreal, finalmente rechazada por la MLB. Ahora, los Rays se comprometen a permanecer en St. Petersburg por 30 años. Sin embargo, jugarán esta temporada en el Steinbrenner Field debido a los daños sufridos por el Tropicana Field a causa de un huracán.
Los Rays reconocen que la apertura del nuevo estadio se retrasará al menos un año, pasando de 2028 a 2029, incrementando inevitablemente los costos. Matt Silverman, copresidente de los Rays, declaró que el equipo “no puede absorber este aumento solo” y que se esperan más negociaciones. “Cuando el condado y la ciudad deseen participar, seguiremos listos para resolver esta brecha de financiación juntos,” concluyó Silverman.
El nuevo estadio es una parte fundamental de un proyecto más amplio, conocido como el Distrito Histórico de la Planta de Gas, que busca revitalizar un área históricamente negra. La presidenta de la Comisión del Condado de Pinellas, Kathleen Peters, lo describió en noviembre como “mucho, mucho más que un estadio,” destacando la inversión y el retorno que generará, con la promesa de mantener los impuestos bajos.