Recientemente, MLB Players Inc., la rama comercial de la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas, centró su atención en el uso de imágenes de algunos de sus jugadores estrella en las redes sociales. Señalemos específicamente a Paul Skenes, Oneil Cruz, Andrew McCutchen, Nick Gonzales, Carmen Mlodzinski y Connor Joe, cuyos nombres y semejanzas fueron, según la demanda, utilizados sin autorización.
La controversia involucró a dos importantes actores: los Piratas de Pittsburgh y la cadena de tiendas Sheetz Inc. La demanda, presentada el 14 de agosto en el Tribunal de Distrito de EE.UU. de Pittsburgh, acusaba a ambas entidades de violación de la ley de Pensilvania, apropiación indebida de identidad y enriquecimiento injusto. Se alegaba el uso no autorizado de las imágenes de los jugadores en plataformas como Instagram, X (antes Twitter) y Facebook, en el marco de un acuerdo de patrocinio de parche de camiseta entre los Piratas y Sheetz, anunciado el 21 de junio.
Sin embargo, el desarrollo de la situación tomó un giro inesperado. El 23 de diciembre, MLB Players Inc. retiró la demanda. La empresa alegó un "acuerdo verbal alcanzado" un día después de iniciada la querella. Este acuerdo, aunque sus detalles permanecen confidenciales, puso fin a una disputa que generó considerable interés en el ámbito deportivo y legal.
Es importante destacar que este no es un caso aislado. MLB Players Inc. también ha emprendido acciones legales contra otras compañías, incluyendo DraftKings Inc., Bet365 Group Ltd., FanDuel y Underdog Sports, por presuntos usos no autorizados de imágenes y nombres de jugadores. Mientras algunas demandas han sido retiradas, otras, como la presentada contra Underdog Sports, permanecen pendientes de resolución.
Este panorama legal complejo refleja la creciente importancia de la protección de la imagen y la identidad en el mundo digital, especialmente en un ámbito tan mediático como el del béisbol profesional. La resolución de la demanda contra los Piratas de Pittsburgh y Sheetz, aunque rápida, deja la puerta abierta para futuras disputas en el cruce entre el deporte, el marketing y el derecho a la imagen.