Después de una serie de cambios en la dirección técnica que han dejado al equipo con solo tres puntos de doce posibles en las eliminatorias, la NFF ha anunciado una nueva apuesta para levantar el ánimo y la competitividad del equipo nacional. Esta vez, la mirada se dirige a un entrenador con experiencia en el escenario internacional.
Se trata de Eric Chelle, de 47 años, cuyo currículum incluye su paso por la selección de Malí, donde dirigió el equipo desde 2022 hasta el año pasado. Su nombramiento fue confirmado el martes por el comité ejecutivo de la NFF, tras una serie de contrataciones fallidas que dejaron a Nigeria buscando desesperadamente un líder en la cancha.
El desafío para Chelle es inmenso. Nigeria no participa en una Copa del Mundo desde Rusia 2018, y la urgencia por asegurar su presencia en el próximo torneo es evidente. En marzo, el equipo tendrá dos partidos cruciales contra Ruanda y Zimbabue, encuentros que definirán, en gran medida, sus posibilidades de avanzar en las eliminatorias.
La inestabilidad en el banquillo nigeriano es notable. En los últimos doce meses, el equipo ha tenido cuatro entrenadores: José Peseiro, cuyo contrato finalizó en febrero; Finidi George, quien renunció tras dos partidos; Augustine Eguavoen; y ahora, Chelle. Incluso se intentó la contratación del alemán Bruno Labbadia en septiembre, pero este rechazó la oferta alegando, según la NFF, un "desacuerdo sobre el pago de impuestos" y la imposibilidad de visitar Nigeria antes del anuncio público de su nombramiento.
El periodo de adaptación para Chelle será breve, y la presión por obtener resultados inmediatos será intensa. Su experiencia internacional será puesta a prueba en este contexto de alta exigencia y expectativas, en un país donde el futbol es más que un deporte, es una pasión nacional.