El debate, cargado de tensiones y promesas, ha llegado a un punto de inflexión inesperado.
El centro de la controversia: la nueva arena de los 76ers de Filadelfia. Inicialmente, el plan era construir una imponente instalación de 1.300 millones de dólares cerca del Ayuntamiento, en los límites de Chinatown. Este proyecto, sin embargo, generó una ola de críticas y protestas por parte de residentes y activistas preocupados por el impacto en su comunidad. La alcaldesa Cherelle Parker, tras dos años de difíciles negociaciones, anunció un cambio radical en el curso de los acontecimientos.
El lunes, en una conferencia de prensa con la presencia remota del Comisionado de la NBA, Adam Silver, y líderes del equipo y de Comcast Spectacor, se reveló el nuevo plan: una asociación entre los 76ers y Comcast Spectacor para construir una nueva arena en el sur de Filadelfia. La alcaldesa Parker lo describió como "un triunfo, triunfo, triunfo, triunfo para Filadelfia".
Este giro inesperado ha generado reacciones encontradas. Mientras la alcaldesa celebra la decisión, algunos miembros del consejo municipal, como Jim Harrity, expresaron su desconcierto, manifestando sentirse "completamente engañado" tras dos años de arduas negociaciones sobre el plan original. La decisión deja claro que la mesa de negociación se vio sacudida profundamente.
La nueva propuesta implica una empresa conjunta al 50-50 entre el grupo propietario de los 76ers, Harris Blitzer Sports & Entertainment, liderado por el inversionista Josh Harris, y Comcast Spectacor. Comcast también obtendrá una participación minoritaria en el equipo. David Adelman, socio de Harris Blitzer Sports & Entertainment, aseguró que: "Aunque los planes han cambiado, lo que no ha cambiado es nuestro compromiso de hacer algo bueno por los Sixers, nuestros aficionados y, lo más importante, nuestra ciudad".
Entre los planes futuros, se encuentra la colaboración para intentar atraer un equipo de la WNBA a Filadelfia. La construcción de la nueva arena en el sur de la ciudad está prevista para 2031, reemplazando la actual instalación que comparten los 76ers y los Flyers de la NHL. El proyecto promete revitalizar ambas zonas, aunque el cambio de planes deja un sabor agridulce ante la controversia generada.