La preocupación se centra en la enfermería. Y es que, la ausencia de jugadores clave está golpeando con fuerza al equipo de Mikel Arteta. Esta situación, sumada a la derrota del fin de semana, plantea interrogantes sobre las aspiraciones del Arsenal en la Premier League.
El golpe más duro llegó el domingo durante el encuentro contra el Manchester United. Gabriel Jesús, la figura brasileña, tuvo que abandonar el campo a los 40 minutos tras sufrir una lesión en la rodilla. Las primeras informaciones no son alentadoras. Según el mismo Arteta, “Sabemos más ahora y no pinta nada bien. Necesitamos revisarlo con un especialista más”.
La incertidumbre reina. El diagnóstico final aún está pendiente, pero el semblante del entrenador deja poco margen para el optimismo. “Estamos muy preocupados justo después del partido y estamos muy preocupados hoy”, confirmó Arteta, dejando entrever la gravedad del problema. Se espera un informe médico definitivo en las próximas horas que determinará la extensión del tiempo que Jesús estará fuera de las canchas.
A esta situación se suma la lesión de Bukayo Saka, quien también se encuentra fuera de juego por una lesión en el tendón de la corva. La baja de dos jugadores tan importantes genera una verdadera crisis en el equipo.
Ante este panorama, la directiva del Arsenal ha decidido actuar. Arteta ha reconocido públicamente que el club está “buscando activamente en el mercado mejorar el equipo” durante el mercado de transferencias de enero. La necesidad de reforzar la plantilla es una prioridad para afrontar el resto de la temporada con garantías. La búsqueda de refuerzos se ha convertido en una carrera contra reloj para mitigar el impacto de estas bajas significativas.
El Arsenal, con sus ambiciones intactas en la liga, se enfrenta ahora a un reto mayúsculo: recomponerse y encontrar soluciones rápidas y efectivas. El tiempo juega en su contra.