La campaña comenzó con expectativas mucho más modestas para los Commanders, pronosticándoles una temporada de 6 o 7 victorias. Sin embargo, la realidad superó todas las previsiones.
La conexión entre Daniels y McLaurin ha sido fundamental para el éxito del equipo. Sus 77 conexiones para 1.033 yardas y 13 touchdowns hablan por sí solas. Esta extraordinaria química no se limita al campo de juego; se ha forjado a lo largo de extenuantes entrenamientos y una mutua admiración profesional.
"Se ha construido a lo largo del año, no hay duda," comentó el coordinador ofensivo, Kliff Kingsbury, destacando la evolución constante de la dupla. Inicialmente, el balón no llegaba tanto a McLaurin como hubiesen deseado, pero la perseverancia y el trabajo conjunto dieron sus frutos. No solo han logrado llevar a los Commanders a los playoffs, sino que se han convertido en el primer dúo mariscal-receptor de Washington seleccionado para el Pro Bowl desde 1991, año del último Super Bowl de la franquicia.
Este rendimiento excepcional ha llamado la atención de los equipos rivales. El coordinador defensivo de los Lions, Aaron Glenn, comparó a McLaurin con Amon-Ra St. Brown, alabando su competitividad y capacidad para ganar balones disputados, a pesar de su contextura física. "Hace un muy buen trabajo en balones 50-50... bloqueará, cruzará el medio, recibirá golpes, se levantará, volverá al huddle, así que es un jugador diferente," afirmó Glenn.
McLaurin, por su parte, ha enfatizado la importancia de estar siempre listo para Daniels. "El día del partido, realmente no lo piensas... sólo pones el balón en la zona para que Terry haga una jugada, y nueve de cada diez veces las hace," explicó Daniels, describiendo su dinámica como un "crecimiento continuo".
Más allá de las estadísticas impresionantes, la clave de su éxito reside en su ambición y dedicación incansable. Como lo expresó McLaurin: "Somos personas extremadamente competitivas... Lo bueno no es suficiente, y no estás simplemente feliz de estar aquí."
Los Commanders, con un balance final de 12-5 y la quinta ofensiva más anotadora de la NFL, se enfrentan ahora a un nuevo desafío, pero la conexión Daniels-McLaurin promete mantenerlos en la pelea.