Se palpa la tensión, la misma que se respira en las oficinas de los Ravens, donde las decisiones estratégicas se toman con la precisión de un cirujano.
Pero hay una pieza fundamental que estará ausente en el campo este domingo: la presencia de Zay Flowers se perderá en el duelo contra Buffalo. El joven, estrella en ascenso y recién llegado al Pro Bowl, sufrió una lesión en la rodilla durante el último partido de la temporada regular contra Cleveland, un encuentro que, irónicamente, selló el pase a playoffs.
Este revés significa que Flowers se perderá su segundo juego consecutivo. Su ausencia es un golpe duro para los Ravens, considerando su destacada temporada. Recordemos sus impresionantes números: 74 recepciones para 1.059 yardas y 4 touchdowns, cifras que lo colocaron como el líder receptor del equipo.
Sin embargo, los Ravens no se quedan con los brazos cruzados. Ante la baja de su principal receptor, han activado a Anthony Miller, procedente del equipo de prácticas. Miller, aunque con una participación más discreta durante la temporada regular (una recepción en dos apariciones), demostró algo de potencial en el juego de comodines contra Pittsburgh, registrando tres recepciones para 12 yardas. Su rendimiento será clave para compensar la ausencia de Flowers.
La situación plantea un reto significativo para el equipo de Baltimore. ¿Podrán superar la ausencia de su estrella y asegurar un pase a la siguiente ronda? El domingo por la noche, en el campo, tendremos la respuesta. La incertidumbre reina, pero el espíritu competitivo de los Ravens promete un juego apasionante.