Según las acusaciones, Tucker, aclamado por su destreza en el campo, se habría comportado de manera inapropiada con varias masajistas entre 2012 y 2016. Seis terapeutas afirmaron haber experimentado situaciones incómodas, que incluyen la exposición de genitales, el roce de su miembro expuesto y la presencia de sustancias sospechosas en la mesa de masajes.
Dos spas, Ojas y Studio 921 (ahora cerrado), supuestamente prohibieron a Tucker volver a sus instalaciones después de los incidentes reportados. "Inmediatamente lo vetamos como cliente", declaró un representante de Ojas. "Tomamos medidas decisivas para vetar a este individuo", dijeron los propietarios de Studio 921.
En una declaración en redes sociales, Tucker negó rotundamente las acusaciones: "Las interacciones inocuas o ambiguas se han distorsionado tanto que ya no son reconocibles". La NFL ha anunciado que investigará el asunto.
Las acusaciones han traído a colación un inquietante paralelismo con el caso de Deshaun Watson, quien también enfrentó acusaciones de asalto sexual durante las sesiones de masaje. La situación plantea preguntas sobre la conducta apropiada de los jugadores de la NFL y el papel de la liga en la protección de los trabajadores de la industria del bienestar.
Los Ravens han declarado que están monitoreando la situación, mientras que Tucker mantiene su inocencia. Este caso promete sacudir aún más la NFL en medio de las serias acusaciones y la investigación en curso.