La tensión se palpaba en cada pase, cada drible, cada rebote.
El escenario: un duelo entre los Suns de Phoenix y los Trail Blazers de Portland, rivales que ya habían protagonizado un encuentro vibrante apenas días antes. Esta vez, sin embargo, la batalla se extendió hasta el tiempo extra, dejando a los espectadores al borde de sus asientos.
Deandre Ayton fue la figura indiscutible para los Blazers, dominando las tablas con una actuación monstruosa: 25 puntos y 20 rebotes. Su desempeño en los momentos cruciales, especialmente en los últimos segundos del tiempo extra, resultó decisivo para la victoria de su equipo. No solo concretó tiros libres clave bajo presión, sino que demostró una capacidad de rebote excepcional, asegurando la posesión en instantes críticos. "Ayton fue una muralla impenetrable bajo los tableros," comentó un analista después del partido.
Deni Avdija también aportó su granito de arena a la victoria de Portland con 24 puntos, mientras que Toumani Camara se destacó con 17 puntos, incluyendo cinco triples. Por el lado de Phoenix, Devin Booker, quien se convirtió en el máximo anotador histórico de la franquicia con 34 puntos, luchó hasta el final, pero no fue suficiente para evitar la derrota. Kevin Durant sumó 27 puntos para los Suns, pero su esfuerzo individual se vio opacado por la fuerza colectiva del equipo de Portland.
El partido estuvo marcado por una serie de jugadas dramáticas. Un triple de Royce O’Neale a segundos del final del tiempo regular empató el juego, forzando el tiempo extra. Luego, un tiro de bandeja de Beal acortó la ventaja de Portland a solo un punto en los instantes finales del tiempo extra, generando una tensión palpable. Los rebotes ofensivos de Ayton, especialmente dos consecutivos, antes de anotar dos tiros libres, fueron momentos decisivos para sellar el triunfo de los Blazers. Todo se definió en los instantes finales, en una muestra de baloncesto de alta intensidad.
La victoria significó la cuarta consecutiva para Portland, consolidando su buen momento en la temporada. Un triunfo que quedará en los anales por la intensidad mostrada y el dramatismo hasta el último segundo.