Juventus vence al PSV con golazo agónico en Champions
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El partido transcurría con la precisión de un reloj suizo, pero con la emoción contenida de una bomba de tiempo a punto de explotar.
El foco estaba puesto en Randal Kolo Muani, el fichaje estrella llegado del PSG, quien había demostrado una efectividad goleadora asombrosa en sus últimos encuentros. Sin embargo, la férrea defensa del PSV Eindhoven lo había neutralizado eficazmente durante gran parte del encuentro. La Juventus, a pesar del dominio territorial, no lograba romper el cerrojo holandés.
Pero a los 34 minutos, la escena cambió. Weston McKennie, el mediocampista estadounidense, se convirtió en el héroe inesperado. Tras un rebote dentro del área, su potente disparo, "un misil teledirigido," como lo describieron algunos comentaristas, se clavó en el ángulo superior derecho de la portería. Un golazo que desató la euforia en las gradas y rompió la igualdad en el marcador.
La alegría, sin embargo, duró poco. A los 56 minutos, Ivan Perisic, un jugador con un pasado en el Inter de Milán, y por lo tanto recibido con abucheos por la afición local, logró empatar el partido. La tensión volvió a apoderarse del estadio, recordando las frustraciones de la Juventus en la temporada; "Los empates han sido una maldición constante esta temporada," se podía leer en las redes sociales.
El alivio llegó en el minuto 82, gracias a la intervención de Samuel Mbangula. Su primer gol en Champions League, un tanto agónico tras un error del portero rival, selló la victoria para la Juventus. Un gol que seguramente recordará por el resto de su carrera.
Mientras tanto, Tim Weah, otro estadounidense en el equipo, estuvo cerca de contribuir con asistencias, mostrando un juego dinámico y participativo por la banda derecha. Su actuación junto a la de McKennie dejó claro el buen momento que atraviesan los jugadores estadounidenses en el equipo.
La victoria, sufrida pero contundente, significó más que tres puntos. Fue la superación de una racha de empates, una muestra de carácter y una inyección de moral para la escuadra italiana, de cara a los retos que les esperan en la Liga de Campeones.