Atletas ucranianos: Resistencia y esperanza en Lake Placid

Estos jóvenes deportistas, los únicos representantes de Ucrania en el evento, llevan consigo la carga de un país en guerra. Su casa temporal en Lake Placid, fácilmente identificable por la enorme bandera ucraniana que ondea en el pórtico, es un refugio momentáneo de la realidad que les espera al regresar.
Tres años de conflicto han dejado una profunda huella en sus vidas. “Creo que cada uno de nosotros ha perdido algunos amigos hasta este momento,” confesó Heraskevych, quien sueña con participar en sus terceros Juegos Olímpicos. La guerra ha tocado directamente a sus seres queridos: “Mi compañero de clase fue asesinado con un cohete...mis familiares están en Ucrania. Cada hora, cada minuto, implica un gran riesgo para ellos.”
La situación se ha intensificado en los últimos días, con las tensiones entre Ucrania y Estados Unidos alcanzando niveles críticos. Heraskevych y Lavreniuk, al igual que muchos ucranianos, han seguido de cerca las noticias, incluyendo el reciente incidente entre los presidentes Zelenskyy y Trump, y la suspensión de la ayuda militar estadounidense.
A pesar del clima político, encuentran un bálsamo en el apoyo internacional. En las pistas, la frase “Sláva Ukrayíni” (Gloria a Ucrania) resuena constantemente, un eco de solidaridad que les llega desde todas partes del mundo. Incluso en Lake Placid, la comunidad local muestra su apoyo incondicional.
El camino de estos atletas no ha sido fácil. La falta de una pista en Ucrania les ha obligado a entrenar en condiciones precarias, incluso interrumpidas por alarmas antiaéreas. “Se suponía que sólo iba a ser un entrenamiento,” relata Lavreniuk, “Y luego, el sistema de alerta aérea sonó.”
Su participación en los campeonatos mundiales es más que una competencia; es un símbolo de resistencia. Heraskevych, quien en Beijing 2022 levantó un cartel con el mensaje “No a la guerra en Ucrania,” busca una victoria que trascienda el deporte. El tercer lugar de Ucrania en un evento de relevos de luge, la primera medalla en más de 16 años, es un ejemplo de esta perseverancia.
Tras la competencia, regresarán a su país. El viaje será largo y difícil. Su plan es entrenar, inspirar a las nuevas generaciones de atletas y mantener viva la llama de la esperanza. Mientras tanto, su presencia en Lake Placid, con su bandera ondeando con orgullo, es un testimonio de su fuerza y determinación.