Escándalo en el Clásico Francés: Rabiot, víctima de insultos y racismo

En el centro de la polémica se encuentra Adrien Rabiot, mediocampista del Marsella y ex jugador del PSG. Durante el partido, una pancarta gigantesca en la grada Auteuil del Parque de los Príncipes, dirigida a él y a su familia, provocó indignación generalizada. El mensaje, claramente insultante y dirigido no solo a él, sino también a su madre, Véronique Rabiot, y al difunto padre del jugador, rebasó cualquier límite aceptable.
La reacción no se hizo esperar. Jules Koundé, compañero de Rabiot en la selección francesa y jugador del FC Barcelona, expresó su conmoción: “Realmente me duele por Adrien. Hay límites y creo que esos límites fueron claramente sobrepasados. No sólo se ataca al jugador, sino a la persona y su familia. Es inaceptable.” Koundé, junto con Rabiot, fue convocado para el partido de Francia contra Croacia en la Liga de Naciones.
El incidente no se limitó a la pancarta. También se reportaron cánticos homofóbicos y racistas durante el encuentro, transmitido a nivel mundial. Esto generó una oleada de críticas y llamados a la acción. Philippe Diallo, presidente de la Federación Francesa de Fútbol, condenó enérgicamente los hechos y expresó su apoyo a Rabiot. El propio jugador respondió en Instagram con un contundente mensaje: “Insultar a una madre y a un padre fallecido… Tendrás que pagar por todo algún día”.
La madre de Rabiot, quien además funge como su agente, anunció que presentará una denuncia formal. En declaraciones a Radio Francia, expresó su incredulidad: “No entiendo por qué no se detuvo el partido… No entiendo por qué nadie está indignado. ¿Por qué se detienen algunos partidos y no otros?” Un punto clave es que, a pesar de los cánticos y la pancarta, el árbitro Clément Turpin, considerado uno de los mejores árbitros de Europa, no detuvo el partido, a pesar de una solicitud por megafonía para que cesaran los insultos. El grupo activista francés Rouge Direct ("Tarjeta Roja Directa") ha pedido sanciones severas a los responsables.
La situación pone de manifiesto la necesidad de medidas más enérgicas contra la violencia y la discriminación en los estadios de fútbol, y abre un debate sobre la efectividad de los protocolos actuales y el rol de las autoridades deportivas y gubernamentales en la prevención de futuros incidentes.
El legado de este partido, más allá del marcador, se centra ahora en la lucha contra la intolerancia y la búsqueda de soluciones para garantizar un entorno seguro y respetuoso para todos los involucrados en el deporte rey.