Pogacar: Asalto a la Cipressa en la Milán-San Remo

Este año, la atención está puesta en Tadej Pogacar, el tricampeón del Tour de Francia, y su estrategia para la Milán-San Remo, "La Classicissima". Para muchos, es la carrera más emblemática, un reto que el esloveno busca conquistar. Según sus propias palabras, “La Milán-San Remo es probablemente la carrera que me atormentará por más tiempo”.
En el pasado, los intentos de Pogacar se han centrado en el Poggio, la subida final. Sin embargo, la corta pero empinada ascensión, y el sinuoso descenso posterior, han favorecido a sus rivales. Esta vez, la estrategia parece ser diferente. Las apuestas apuntan a un cambio radical de planes.
Se rumorea que el campeón mundial planea un ataque en la Cipressa, una subida ubicada a más de 20 kilómetros de la meta. Una decisión arriesgada, considerando el largo tramo llano que le sigue. La última vez que la Cipressa decidió la carrera fue hace más de 30 años. Las pruebas apuntan en esa dirección.
El propio Pogacar ha dado algunas pistas. Se le vio entrenando intensamente en la Cipressa este invierno, luciendo su maillot arcoíris. “Conozco muy bien el final del recorrido y esperamos iluminar la carrera el sábado. ¿Podemos ganar? Seguro que no será fácil, pero lo intentaremos con todas nuestras fuerzas”, afirmó el ciclista esloveno.
Pero la evidencia no se limita a sus declaraciones. Tim Wellens, compañero de equipo de Pogacar en el UAE Team Emirates, dejó caer una importante revelación. “Bromeando con Tadej, nos metimos en la cabeza hacer la Cipressa en menos de nueve minutos”, comentó. Superar el récord de 9 minutos y 16 segundos establecido en 1996, sería una hazaña increíble.
Aunque Wellens asegura que era una broma, el nerviosismo entre sus rivales es palpable. Cuando Pogacar bromea, el pelotón se pone en alerta. El sábado, conoceremos el resultado de su audaz plan.