Final NCAA: Houston vs Florida, un choque de estilos

Pero hay excepciones que confirman la regla, y una en particular brilla con luz propia.
Hablamos de dos equipos que han desafiado las expectativas: Houston y Florida, quienes se enfrentarán en la final nacional. Mientras que la atención mediática se centraba en los programas con mayor presupuesto y jugadores de renombre, estos dos equipos, con trayectorias sorprendentemente disímiles, se han abierto paso hasta la cima. El inicio del juego a las 17:50 horas tiempo de Sonora y Arizona
Florida, a pesar de ser considerada la sexta mejor en su conferencia, la Southeastern Conference, ha llegado a la final con un equipo formado por jugadores que, según la narrativa tradicional, no tenían las mayores posibilidades. Jugadores como Walter Clayton Jr., cuyo primer deporte fue el fútbol americano, o Will Richard y Alijah Martin, llegados de equipos de menor nivel, conforman un conjunto que ha demostrado que el talento se puede encontrar en los lugares menos esperados. Incluso, su entrenador, Todd Golden, ha reconocido la capacidad de adaptación y resiliencia de su equipo.
Mientras tanto, Houston, un equipo con un presupuesto significativamente menor al de sus oponentes, dentro de la recién ingresada Big 12, ha construido su éxito en una base fundamentalmente distinta: la defensa. Su entrenador, Kelvin Sampson, de 69 años, ha creado un sistema que se centra en la disciplina, el trabajo en equipo y una defensa implacable que ha dejado atónitos a sus rivales. Su estrella, LJ Cryer, quien llegó procedente de Baylor, lidera la ofensiva, pero la verdadera fuerza de los Cougars reside en su defensa implacable, la mejor del país, con un porcentaje de tiros de campo permitidos de apenas un 38.2% y una media de puntos permitidos de 58.5 puntos por partido.
Jugadores como J'Wan Roberts, un veterano con 148 partidos en cinco temporadas, o Emanuel Sharp, con un promedio de tres triples por partido, ejemplifican la filosofía de Sampson: "Uno de los primeros pasos cuando reclutamos a un chico es medirle la envergadura, por cómo jugamos la defensa del pick-and-roll. Hay muchos chicos de 2.13 metros que son muy torpes. Les cuesta moverse. Esos chicos no funcionarían bien en nuestra defensa." Su enfoque en la defensa y el desarrollo de jugadores, priorizando la actitud y el trabajo en equipo por sobre el talento individual, ha sido clave para su éxito.
El equipo de Houston, a pesar de su presupuesto limitado, está en pleno proceso de expansión de sus instalaciones, con una inversión de $150 millones en sus instalaciones de fútbol americano, lo que demuestra su compromiso con el futuro. La presencia de Houston en la final cuestiona las narrativas dominantes en el baloncesto universitario, demostrando que el éxito no siempre está ligado a un gran presupuesto o la incorporación de jugadores procedentes del portal de transferencias.
La final entre Houston y Florida promete ser un encuentro apasionante, una confrontación entre dos estilos de juego y filosofías totalmente distintas, que reflejan la creciente diversidad en el baloncesto universitario, dejando claro que el talento y el trabajo duro pueden superar cualquier limitación.