Jamie Vardy deja Leicester City tras 13 años

Hablamos de una historia que trasciende lo deportivo, una leyenda forjada a base de esfuerzo, talento y una dosis innegable de corazón.
La noticia, que ha sacudido a los aficionados de los Foxes, se centra en Jamie Vardy, un nombre que resonará por siempre en las gradas del King Power Stadium. Después de 13 años defendiendo la camiseta del Leicester City, el delantero, a sus 38 años, dejará el club al final de la actual temporada. El anuncio, realizado por el propio Leicester el jueves pasado, califica a Vardy como su “mejor jugador de todos los tiempos”, un título que pocos podrían discutir.
Este anuncio llega dos días después de la emotiva publicación de Vardy en redes sociales, donde expresó su “ira y tristeza” por el descenso del equipo a la Championship. Una temporada calificada por el propio jugador como una “total vergüenza”, un golpe duro para un jugador que ha vivido momentos gloriosos con el equipo.
Pero la historia de Vardy es mucho más que un simple descenso. Es la historia de un ascenso meteórico. Desde su llegada procedente del Fleetwood Town en 2012, por tan solo un millón de libras (1.33 millones de dólares), su impacto fue inmediato. 143 goles en la Premier League, ubicándolo en el puesto 15 de la lista histórica de anotadores, son una prueba irrefutable de su talento.
Su estilo de juego, definido como "un delantero de la vieja escuela", se caracterizaba por su velocidad, su instinto depredador y su capacidad para aprovechar al máximo las oportunidades. Un jugador que, según el presidente del Leicester, Aiyawatt Srivaddhanaprabha, es "único" y "especial". Un jugador que, antes de cada partido, se le veía tomar una bebida energética, un ritual que seguramente forma parte de la leyenda.
El presidente Srivaddhanaprabha expresó su gratitud hacia Vardy, destacando su lugar en el corazón de todos los aficionados y reconociendo su "más profundo respeto y afecto".
La despedida, sin embargo, no será la ideal. Vardy tendrá cinco partidos más para despedirse de la afición del Leicester, su último partido en casa será el 18 de mayo contra el Ipswich. A pesar de la amargura del descenso, Vardy aseguró que “Esto no es un retiro. Quiero seguir jugando y hacer lo que más disfruto: marcar goles.” Un final agridulce, pero que no opaca la brillante trayectoria de este delantero que dejará una huella imborrable en la historia del Leicester City.