Soto Impulsa Victoria de Mets ante Diamondbacks

Los Mets de Nueva York, con una ofensiva liderada por el formidable Juan Soto, se enfrentaron a los Diamondbacks de Arizona. El encuentro marcó un punto de inflexión en la temporada para ambos equipos, especialmente considerando el reciente desempeño de Merrill Kelly, abridor de Arizona, quien venía de lidiar con calambres musculares en su última salida. "Quizás ayudaron todos los pepinillos que los fanáticos preocupados le han estado enviando," se comentó en los pasillos del estadio, haciendo referencia a la inusual muestra de apoyo con encurtidos para aliviar sus dolencias.
Pero la noche fue de Soto. En un despliegue de poderío, conectó dos jonrones consecutivos, primero uno solitario ante Kelly en la séptima entrada y luego otro contra Jalen Beeks en la octava. Estos batazos, su séptimo y octavo cuadrangular de la temporada, fueron fundamentales para la victoria neoyorquina. Su actuación: 4-2 con dos anotadas y tres impulsadas, una tarjeta de presentación inmejorable.
La victoria de los Mets no se limitó a Soto. Kodai Senga, en la lomita, tuvo una actuación destacable. A pesar de un inicio complicado con cinco bases por bolas en las primeras tres entradas, se sobrepuso a la adversidad para lanzar seis entradas sin permitir carreras, mejorando así su efectividad a un impresionante 1.16. Su registro final: dos hits permitidos, cuatro ponches y cinco bases por bolas.
En la parte baja de la novena, Francisco Lindor aportó con un doble de dos carreras, sumándose al dominio ofensivo de los Mets. Soto, con un elevado de sacrificio, selló la victoria 7-1. Por Arizona, Corbin Carroll conectó su undécimo jonrón de la temporada en la octava entrada, un pequeño consuelo ante la contundente victoria de Nueva York.
Las estadísticas finales reflejan el dominio de los Mets: Francisco Lindor (5-2 con una anotada y dos impulsadas), Luis Torrens (3-1 con una anotada), Luisangel Acuña (4-1 con una anotada y una empujada). Del lado de Arizona, la ofensiva lució limitada, reflejando la superioridad del pitcheo neoyorquino.
El partido dejó claro el alto nivel competitivo de ambas escuadras, una batalla entre dos equipos con ambiciones de playoffs. La victoria de Nueva York, sin embargo, se forjó sobre la base de una noche brillante de su estrella, Juan Soto, y la solidez de su pitcheo.