FIFA: Denuncia por Derechos Humanos en Arabia Saudí 2034

Detrás de la brillantez de los estadios y la emoción de los goles, se esconden temas complejos que exigen una mirada crítica.
El jueves pasado, un grupo de abogados de renombre internacional, liderados por Mark Pieth (exasesor anticorrupción de la FIFA), Stefan Wehrenberg y Rodney Dixon, presentaron una queja formal ante la FIFA. Su objetivo: denunciar el aparente incumplimiento de la política de derechos humanos de la organización con respecto a Arabia Saudí, país elegido para albergar la Copa del Mundo 2034.
Esta denuncia, registrada a través del propio sistema online de la FIFA, se sustenta en un documento de 30 páginas. En él, se exponen las preocupaciones sobre los “abusos generalizados de los derechos humanos que continúan perpetrándose en Arabia Saudí, y la falta de acciones por parte de la FIFA para abordarlos”, según declaran los abogados. La queja, presentada horas antes del congreso anual de la FIFA, destaca la aparente inacción del organismo ante una situación preocupante.
La coincidencia de la presentación con el congreso, y la inesperada llegada tardía del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, tras una visita de estado a Arabia Saudí junto a Donald Trump, añade una capa adicional de complejidad a la situación. Esta conexión entre Infantino y el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, ha sido objeto de debate en los últimos años.
Cabe recordar que la política de derechos humanos de la FIFA, publicada en 2017, exige a los países anfitriones el “respeto a los derechos humanos internacionales y las normas laborales de acuerdo con los principios rectores de las Naciones Unidas”. Sin embargo, la adjudicación de la Copa del Mundo 2034 a Arabia Saudí, a pesar de su historial en materia de derechos humanos – incluyendo violaciones a la libertad de expresión, arrestos arbitrarios y la situación de los migrantes y las mujeres – ha generado una profunda controversia. La FIFA, en una carta reciente a Human Rights Watch, afirma su “compromiso inquebrantable con la protección y promoción de los derechos humanos”.La magnitud del desafío es innegable. Arabia Saudí se encuentra inmersa en un ambicioso programa de construcción para el torneo de 2034, superando en escala incluso al de Qatar 2022. Este proyecto requiere la construcción de nuevos estadios, con diseños más complejos que los ocho usados en la última Copa Mundial. La construcción implica un despliegue masivo de trabajadores, lo que aumenta las preocupaciones sobre las condiciones laborales y los derechos humanos.
La queja de los abogados insta a la FIFA a considerar que aún hay margen para reformas significativas en Arabia Saudí, impulsadas por la implementación de las obligaciones de la FIFA en materia de derechos humanos. El futuro de este asunto, y el impacto en el mundo del fútbol, permanece abierto.