Escándalo Penske: Despidos tras trampas en Indy 500

Un pequeño error puede tener consecuencias importantes, y eso es precisamente lo que ha sacudido recientemente al equipo Penske.
En el centro de la controversia se encuentra el equipo Penske, un gigante en el mundo del automovilismo, con un palmarés envidiable, incluyendo un récord de 20 victorias en las Indy 500. Sin embargo, esta impecable trayectoria se ha visto manchada por un escándalo de trampas que involucra a dos de sus pilotos estrella: Josef Newgarden, bicampeón vigente de las Indy 500, y Will Power.
La noticia, que ha generado un terremoto en el ambiente deportivo, se centra en la descubierta de una "pieza modificada ilegalmente" en los monoplazas de ambos pilotos antes de la ronda final de las 500 Millas. Esta irregularidad llevó a que Roger Penske, propietario del equipo, tomara una drástica decisión.
Como respuesta a este escándalo, Penske ha anunciado el despido de tres altos ejecutivos: Tim Cindric (presidente del equipo), Ron Ruzewski (director gerente) y Kyle Moyer (gerente general). En un comunicado, Penske afirmó: “Nada es más importante que la integridad de nuestro deporte y nuestros equipos de carreras. Hemos tenido fallos organizativos durante los últimos dos años y tuvimos que hacer cambios necesarios. Pido disculpas a nuestros fanáticos, nuestros socios y nuestra organización por decepcionarlos.”
La reacción inmediata fue una reunión remota con los propietarios de otros equipos. Según fuentes de The Associated Press, la reunión, de aproximadamente 20 minutos, concluyó con la aceptación de las acciones de Penske. No hubo peticiones para expulsar a los autos del equipo de la carrera; la preocupación principal se centró en cómo IndyCar gestionará este incidente en el futuro. Tony Kanaan, director del equipo Arrow McLaren, comentó a la AP: “Lo que hizo al despedir a tres personas es algo importante… ahora es solo una cuestión de cómo seguir adelante y cómo asegurarse de que la tecnología no pase por alto estas cosas nuevamente”.
Las consecuencias para Newgarden y Power fueron inmediatas: relegados a las posiciones 32 y 33 de la parrilla de salida, sus aspiraciones de victoria se vieron seriamente comprometidas. Cabe destacar que Newgarden buscaba convertirse en el primer piloto en ganar tres Indy 500 consecutivas, una hazaña que, partiendo desde la última fila, se torna casi imposible. Cindric y Ruzewski, previamente suspendidos por IndyCar y multados con $100,000 cada uno, suman así otra suspensión a sus registros.
Este hecho no es aislado; se trata del segundo escándalo de trampas en dos temporadas para el equipo Penske, generando cuestionamientos sobre la capacidad regulatoria de IndyCar y las Indy 500, y la necesidad, según algunos, de un organismo rector independiente.