Medias Rojas: Fracaso ante Angelinos revela crisis profunda

Para los aficionados de los Medias Rojas, la temporada está resultando más retadora de lo esperado, y la incertidumbre se respira en cada lanzamiento.
El martes por la noche, los Angelinos de Los Ángeles se llevaron la victoria sobre Boston en un partido de diez entradas que terminó 4-3. Este revés, el decimoséptimo juego perdido por una sola carrera para los Medias Rojas en lo que va de temporada, pone en evidencia una preocupante realidad: la consistencia brilla por su ausencia.
Alex Cora, el manager del equipo, no eludió la responsabilidad. “Seguimos cometiendo los mismos errores. No estamos mejorando”, declaró con una franqueza que refleja la gravedad de la situación. “En algún momento supongo que es mi responsabilidad. Soy el mánager. Tengo que seguir presionándolos para que mejoren. No están mejorando. No lo están. Seré honesto y muy abierto al respecto.” Su sinceridad deja entrever la presión que soporta el equipo.
La derrota se suma a una racha de ocho derrotas en diez juegos, dejando un preocupante récord de 9-10-1 en series, incluyendo un 4-5-1 en casa. El panorama no es alentador, y la frustración es evidente tanto en el terreno como en las declaraciones del mánager.
El juego, aunque comenzó prometedor con una primera entrada sin carreras por parte del abridor dominicano Brayan Bello – rompiendo una racha negativa de cuatro juegos – se desmoronó en la tercera entrada. Un sencillo impulsor de Zach Neto y un sencillo de dos carreras de Nolan Schanuel pusieron a los Angelinos arriba 3-0. A pesar de que Boston logró descontar, la mala ejecución defensiva, con tres errores de fildeo, y la inconsistencia del bullpen sellaron su destino. Irónicamente, los Medias Rojas superaron en hits a los Angelinos por segundo juego consecutivo, pero la falta de efectividad y los errores fueron determinantes.
El análisis posterior al partido se centra en la repetición de errores. Cora, con una mezcla de frustración y realismo, se pregunta: “Te frustras, pero en algún momento dices ‘¿qué vas a hacer? ¿Qué va a cambiar?’ Seguimos haciendo lo mismo.” La pregunta queda en el aire, mientras la incertidumbre sobre el futuro inmediato del equipo se hace cada vez más grande.