Duplantis: Nuevo récord mundial de salto con pértiga

El aire, cargado de expectativa, parecía vibrar con la energía contenida de miles de espectadores. Algo histórico estaba a punto de suceder.
En Estocolmo, bajo los focos de una competencia de la Liga de Diamante, Mondo Duplantis, el nombre que ya resonaba como leyenda en el mundo del atletismo, se preparaba para su intento. No era un salto cualquiera; se trataba de superar su propio récord mundial, una marca que él mismo había establecido en Francia a finales de febrero. La presión era inmensa, la expectativa mundial, palpable.
La vara, colocada a 6.28 metros, parecía desafiar las leyes de la física. Una altura que, hasta hace poco, se consideraba inalcanzable. Pero Duplantis, con una calma sorprendente, se concentró, realizó su carrera, y con un impulso perfecto, se elevó por encima de la barra. El silencio se convirtió en un rugido ensordecedor.
“Fue un momento increíble, una sensación indescriptible”, se le atribuye a Duplantis haber declarado tras su hazaña, aunque la cita exacta aún no ha sido verificada oficialmente por su equipo de prensa. Este nuevo récord representa no solo un hito personal para el atleta, sino también un nuevo estándar en el mundo del salto con pértiga.
Este triunfo, ante su público local, añade un capítulo más a la ya brillante trayectoria del campeón olímpico y mundial. La duodécima vez que rompe su propia marca. Un logro que lo consolida como uno de los atletas más dominantes de la historia moderna. Sus próximos retos son aún inciertos, pero una cosa es clara: el límite para Duplantis, parece, no existe.
Más allá del dato, la imagen quedará grabada en la retina de quienes presenciaron la gesta: la figura de Duplantis, suspendida en el aire, conquistando una vez más lo imposible.