Angelinos vencen a Yankees en entradas extras

Cada lanzamiento, cada swing, cargado de significado en este encuentro entre dos equipos con aspiraciones de postemporada.
Los Yankees, líderes del Este de la Liga Americana, llegaban con la presión de una racha negativa. Su estrella, Giancarlo Stanton, hacía su regreso luego de 70 juegos ausente por una lesión en los codos. Su desempeño, de 4-2 con un sencillo y un doble, fue un rayo de esperanza en medio de la tormenta. Sin embargo, esa esperanza se desvanecería en las entradas extras.
Por el lado de los Angelinos, el debut de Christian Moore en las Grandes Ligas se antojaba prometedor. Su primer hit, un triple en la octava entrada, preludiaba lo que estaba por venir. "Un momento inolvidable para mí, y un gran impulso para el equipo", se le escuchó decir a Moore después del partido.
La tensión llegó a su clímax en la undécima entrada. Con un corredor automático en primera, Nolan Schanuel se plantó en el plato frente a Jonathan Loáisiga. El impacto del bate resonó en el estadio: un doble al jardín izquierdo, suficiente para impulsar a Moore y romper el empate. 1-0 a favor de Los Ángeles.
Mientras el júbilo estallaba en el dugout de los Angelinos, la decepción se apoderaba de los Yankees. Luis Rengifo, con una jugada defensiva excepcional, neutralizó un ataque potencial en la novena, demostrando la capacidad del equipo de Los Ángeles para resistir la presión. El lanzador Hunter Strickland se adjudicó su primer salvamento del año, sellando la victoria 1-0.
La derrota dejó a los Yankees con un récord de 1-5 en entradas extras y extendió su mala racha a cuatro juegos, su peor registro de la temporada. Un marcador que habla por sí solo de la magnitud de este revés. El récord de 1-18 con corredores en posición de anotar, resalta la ineficiencia ofensiva que atormentó a los neoyorquinos durante la noche. La frustración era palpable, mientras los Angelinos celebraban su quinta victoria en entradas extras.
José Soriano, por los Angelinos, y Clarke Schmidt, por los Yankees, entregaron sólidas actuaciones desde la lomita. Sin embargo, las entradas extras marcarían la diferencia entre la victoria y la derrota. Una noche inolvidable, con giros inesperados y un final que nadie pudo predecir.